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CIUDAD DE MÉXICO, 9 de marzo.- Ante los nuevos impuestos, los consumidores optaron por reducir las compras de productos de cuidado personal, como los shampoos, a cambio de seguir comprando bebidas y otros artículos gravados.
“El año pasado hubo un contexto bastante atípico. Fue muy diferente a cualquier otro. Una canasta muy importante de los hogares, que representa 30 por ciento de su gasto, fue impactado por nuevos impuestos, no es una canasta pequeña”, dijo Fabián Ghirardelly country manager de la firma de análisis de mercados Kantar Worldpanel México.
Dichos productos subieron de precio alrededor de 13 por ciento, lo que provocó que los compradores disminuyeran 1.9 por ciento la cantidad que de artículos solían adquirir.
La disminución demuestra que los mexicanos se resistieron a dejar de consumir refrescos y botanas, entre otros alimentos altos en calorías, por lo que decidieron dejar de gastar en otros artículos y usar ese dinero para seguir consumiendo de los artículos con nuevos impuestos.
Así, aunque las empresas fabricantes de shampoos y detergentes parecían tranquilas cuando se anunció que la Reforma Fiscal gravaría ciertos comestibles, también resultaron afectadas.
“Al final sí pasó mucho, porque la gente tuvo que sacar dinero de otros canastos porque no estuvo dispuesta a bajar su consumo de productos gravados, entonces todas las categorías se vieron afectadas con esta reforma”, dijo.
Mencionó que divisiones como cuidado personal registraron cierta mejoría a finales de año, por lo que las ventas se mantuvieron estables; sin embargo, los productos para el cuidado del hogar sí registraron una menor demanda.
Ghirardelly destacó que los consumidores con menores ingresos fueron los que más sufrieron con la aplicación de la nueva carga impositiva.
“La tiendita de la esquina también se vio afectada, porque 50% de lo que vende un changarrito son estas categorías, entonces perdieron volumen.”
De acuerdo con el directivo, este tipo de comportamiento es común en los momentos de crisis económica y aunque los consumidores podrían haberse acostumbrado a los nuevos impuestos, no cuentan con ingresos adicionales, por lo que serán cautelosos en su gasto.
“El contexto actual no ha cambiado mucho, no hay un cambio impositivo; por otro lado, la gente no tiene mayores ingresos, entonces no veo que se modifique”, comentó.
De ahí que el consumo no se recuperará de manera importante, por lo que podría ser otro año difícil, puesto que también hay que considerar que se ha ajustado el crecimiento la economía y de las inversiones para el país.
La semana pasada Excélsior publicó una encuesta elaborada por BGC Beltrán, Juárez y Asociados que señala que pese a la aplicación de gravámenes que buscaban disminuir el sobrepeso y la obesidad de la población esto no se pudo lograr, puesto que
los consumidores mantienen sus viejos hábitos.
Según los resultados, 22% de los entrevistados dijo que no ha cambiado en nada sus hábitos alimenticios en el último año, mientras que 29% expuso que los ha modificado poco y sólo 8% afirmó haberlos transformado significativamente.
Los mexicanos consideraron que los productos con grasa o hechos a base de ella son los que más influyen en la obesidad y el sobrepeso.
Al momento de escoger productos saludables, sostuvieron que la principal dificultad para adquirirlos es económica, con un peso de 34 por ciento.
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