CIUDAD DE MÉXICO.- Ford invertirá dos mil 500 millones de dólares para la instalación de una planta productora de motores y la ampliación de la línea de producción de otra de transmisiones, las cuales operarán en Chihuahua y Guanajuato, respectivamente.
Para el nuevo complejo, Ford destinará mil 300 millones de dólares, mientras que para la planta encargada de fabricar transmisiones serán mil 200, los cuales invertirá de manera conjunta con la firma alemana del ramo, Getrag, la cual atiende a diversas armadoras.
Desde hace cinco años, ambas firmas operan el complejo de producción de transmisiones, en un predio de 103 hectáreas al interior del Parque Tecnoindustrial Castro del Río, en el municipio de Irapuato.
En el arranque de operaciones, se produjeron transmisiones del tipo PowerShift de doble clotch, después los conocidos como DCT 250, la nueva de producción será para componentes de nueva generación.
El complejo de motores se enfocará en la producción de dispositivos que funcionen con diesel. De acuerdo con versiones extraoficiales, será este viernes cuando la empresa estadunidense haga el anuncio formal, evento al que acudirá el presidente Enrique Peña Nieto.
Retos
El director para América Latina de la firma consultora de la industria automotriz IHS, Guido Vildozo, resaltó que las nuevas inversiones automotrices enfrentan el reto de lograr la integración cultural para desarrollar un trabajo productivo.
Guido Vildozo, director para América Latina de IHS. Foto: David Hernández/Archivo
En este sentido, destacó que las empresas que llegan a México para producir deben encontrar un mecanismo adecuado para lograr la integración, porque así se evitarán cuellos de botella que detengan los planes de producción de los complejos de manufactura.
En el caso de Ford, consideró que es muy difícil que se presentara ese problema, porque la industria automotriz nacional está acostumbrada a trabajar con el grupo conocido como Detroit Three, conformado por la mencionada compañía, GM, así como Fiat Chrysler Automobiles (FCA).
Adaptación
La confrontación cultural, abundó, tiene riesgo de presentarse en las armadoras asiáticas de nuevo ingreso al país, pues las ya instaladas en la región del Bajío, es decir, Mazda en Salamanca y Honda en Celaya, lo enfrentaron en el inicio de sus operaciones.
Con esa experiencia, advirtió que se puede presentar en el complejo que Kia tendrá en Pesquería, Nuevo León, sobre todo porque se trata de una empresa coreana de nuevo ingreso.
Esta situación, agregó, no es exclusiva de México, pues es un hecho cotidiano cuando surgen alianzas. De hecho, aseguró que le sucedió a Kia cuando llegó a Georgia y Alabama en EU.
“La capacitación yo creo que es el componente más importante. Para la planta tienen que contratar personal mexicano, por lo que la comunicación entre el plantel ejecutivo coreano y los gerentes mexicanos, va a ser el reto de asegurarnos de que estas plantas estén en operación sin problemas”.