CIUDAD DE MÉXICO.- Con 300 mil personas cruzando diario o hasta un millón en días feriados o de puente, el paso peatonal de Eje Central y Francisco I. Madero, el más transitado de América Latina, se ha convertido en un polo de atracción para los carteristas.
La conglomeración es aprovechada por grupos delictivos de cuatro o cinco personas, quienes rodean a su víctima y entre empujones para aparentemente hacerse paso los despojan de carteras, monederos o celulares.
Excélsior realizó recorridos durante dos semanas por la zona, en distintos horarios, durante los cuales pudo comprobar cómo operan los delincuentes
Las células recorren la calle Madero para ubicar a sus víctimas; una vez que seleccionan a una –prefieren a quienes portan mochilas o bolsos amplios– aprovechan su distracción:
Entre la multitud poco a poco rodean al objetivo, lo siguen hasta el cruce con el Eje Central y esperan que se detenga con la luz en rojo para peatones del semáforo.
Al ponerse la luz en verde y atravesar Eje Central, entre el paso lento y los contactos entre peatones, lo despojan de sus pertenencias. Mientras, los cómplices, que transitan en sentido contrario, reciben y esconden el botín, para que si el afectado se da cuenta no ubique al autor del atraco.
Estos robos se cometen principalmente entre las 14 y 20 horas, los días habituales son de jueves a domingo a pesar de la presencia de elementos de la Policía Auxiliar y además de que existen tres cámaras de videovigilancia en los primeros 100 metros de trayecto del Eje Central.
Comerciantes establecidos entrevistados confirmaron que desde enero del año pasado comenzaron a observar este modus operandi.
Empezamos a ver que primero venía un grupo de entre cinco y diez personas que caminaban a lo largo de la calle de Madero, así empezaron a darse los primeros asaltos; después aumentaron al igual que la presencia de los asaltantes. Se han presentado casos en que los hombres que son asaltados los encaran y comienzan a pelear hasta que llega la policía y les cambian la versión de los hechos, porque son mayoría y terminan deteniendo a las víctimas”, dijo Maricarmen, encargada en una tienda de ropa.
Otros entrevistados detallaron que podían contabilizarse más de 30 personas dedicadas a estos robos, entre las que participan desde adolescentes hasta personas de la tercera edad, y que son liderados por mujeres y hombres de entre 25 y 30 años.
Agregaron que si las carteras o monederos portan tarjetas de crédito o débito inmediatamente son utilizadas en comercios de ropa y comida, antes de que sean dadas de baja.
Vemos cómo casi diario se meten a comprar ropa en tiendas como Zara, Forever 21 o a los establecimientos de comida rápida; piden varias hamburguesas o donas”, dijo Ricardo, encargado de una tienda de ropa para caballeros.
Pablo Escobedo es un profesor universitario y fue víctima de estos asaltantes a finales de febrero de este año.
Se estaba celebrando el año nuevo chino, era el 22 de febrero, y yo venía con mis hijos sobre Madero con rumbo al Eje Central. Venía cuidando la mochila al frente y cubriéndola con el brazo porque ahí llevaba mi cartera; nos detuvimos una cuadra antes de Eje Central y ahí revisé mi maleta y aún traía mi cartera. Caminamos hacia Eje Central ahí una señora se acercó y me dijo: ¡agarre bien a sus hijos, hay mucha gente! En ese momento la mochila se corre y la pierdo de vista. Ya sobre Juárez reviso y en ese momento ya estaba abierta y ya no tenía mi cartera. También intentaron sacar los teléfonos, pero se atoraron. Todo fue en menos de 40 segundos”, relató.