Tres niñas mexicanas te enseñarán que debes aprender robótica [#CPMX6]

Más allá de los estereotipos, estas jovencitas piensan que por medio de la tecnología pueden cumplir su sueño de ayudar a la sociedad
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María Fernanda y Natalia empezaron hace dos años, mientras que Aranza se ha dedicado a la robótica desde los siete años. Foto: Javier Baez
María Fernanda y Natalia empezaron hace dos años, mientras que Aranza se ha dedicado a la robótica desde los siete años. Foto: Javier Baez

GUADALAJARA, Jalisco.- Ellas son María Fernanda López Eslava de 11 años, Natalia Ximena Patrón Gómez de también 11 años,  y Aranza Méndez Rodríguez de12 años,  las cuales, son tres niñas que ya a su edad han encontrado en la robótica uno de sus grandes gustos y participaron en Campus Party 2015.

Estas jovencitas hacen robótica, y hasta para la propia Natalia resulta un poco raro, pues no es algo que normalmente hagan las niñas, debido a que estamos acostumbrados a que jueguen con muñecas para cumplir con el estereotipo de siempre.
 
Aranza y sus compañeras piensan que por medio de la robótica pueden cumplir su sueño de ayudar a la sociedad con la tecnología. 
 
María Fernanda y Natalia empezaron hace dos años, mientras que Aranza ha hecho esto desde los siete años.
 
Las tres han participado en las Olimpiadas Mundiales de Robótica aunque en distintos equipos. Aranza ha sido la única mujer en representar a México en las Olimpiadas de robótica que se realizaron en Sochi, Rusia.
 
También han estado en competencias de LEGO y Robotics Fair.
 
Por el momento, piensan mantenerse en los estudios de robótica, y en el futuro, desean tener un trabajo relacionado a este sector. 
 

En la escuela

 
Dos de las niñas están por pasar a sexto de primaria, y una de ellas empezará la secundaria este año. Dicen que en sus respectivos salones de clases reciben el apoyo de una buena parte de sus compañeros, aunque no faltan aquellos que les dicen cosas ofensivas.
 
Natalia comenzó en la robótica porque su papá la acercó a los circuitos electrónicos, y así fue como descubrió que “puedes lograr todo lo que quieras si te esfuerzas”.
 
A María Fernanda su mamá la llevó a una clase muestra en robótica, al principio pensaba que iba a ser muy aburrido, pero no fue así y luego pidió que la inscribieran.
 
Aranza empezó en cursos de robótica de verano, y le gustaron tanto que comenzó a asistir con regularidad todos los fines de semana hasta llegar a los equipos de alto rendimiento.

Robótica para ayudar

 
El equipo de Aranza desarrolló un robot que ayuda a apagar incendios forestales, con esa idea en mente, ha pensado que le gustaría seguir en el diseño de tecnología para ayudar.
 
Natalia piensa crear un robot que ayude a las personas con cáncer, que no pueden caminar o tienen problemas en el oído.
 
A María Fernanda también le gustaría hacer un robot para ayudar, aunque aún no tiene un fin específico. 
 
Para ellas la robótica no es difícil, pero saben que siempre hay que aprender y adquirir las herramientas para mejorar. Es fácil, si hay esfuerzo y ganas por hacer las cosas, así el camino no se hace pesado. Es una cuestión de actitud.
 

Más niñas en robótica

 
Natalia ha observado que hay más niños que niñas interesados en la robótica, lo cual, dice, a veces la decepciona, entiende la diferencia pero piensa que, en los equipos debería haber, por lo menos, una niña.
 
Jbf/kgb 

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