CIUDAD DE MÉXICO.- Algunos ven a los agentes de seguros sólo como vendedores que buscan que contrates alguno de sus productos. Pero la realidad dista mucho de esta concepción y deberías dejar de verlos de esta manera.
1. No son vendedores: Los agentes de seguros son más bien un intermediario entre las compañías aseguradoras y el cliente. Están para apoyarte cuando tienes un problema y para ofrecerte las mejores soluciones financieras.
2. Estudian constantemente: Un agente de seguros no puede ser exitoso si no se actualiza constantemente. Debe ser experto en temas legales y de mercado, así como conocer de temas tecnológicos. Cada tres años presenta un examen ante la Condusef para refrendar su cédula. Sin ella, no puede venderte nada.
3. Es empático: Sin una conexión con los clientes no puede prosperar, por lo que debe ser capaz de desarrollar una conexión para poder brindar a familiar y empresas la protección que necesitan.
4. Toma riesgos: Ser un agente de seguros no es cualquier empleo, ya que la remuneración económica es basada únicamente en comisiones obtenidas de la venta. No tienen un ingreso fijo y eso demuestra lo comprometidos que están con su profesión.
5. Es sincero: Los agentes tienen un compromiso ético y profesional de ofrecer la mejor opción para ayudar al cliente a proteger su patrimonio. No buscan vender las pólizas más caras, sino las de mejor costo para las necesidades de sus clientes. Con sinceridad puede establecer relaciones de trabajo largas y sólidas.
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