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VALLE DE GUADALUPE, B.C.– Luego de haber sido creada hace 28 años –y con una producción no mayor a seis mil cajas en su inicio–, Monte Xanic, una de las vinícolas más grandes y con mayor renombre en México, decidió poner en marcha una profunda reestructuración que comenzó desde 2014, la cual contempló no sólo la remodelación de la compañía y la sala de cata, sino también un cambio de imagen en su portafolio de productos y la búsqueda de procesos de producción mucho más eficientes.
Estos cambios también consideraron obtener la certificación ISO 9000-2011, además de adquirir la máquina Mistral, siendo la única empresa en México y la tercera de cuatro que hay en el Continente Americano en operarla.
Los procesos de vinificación continuaron siendo los mismos, sólo que ahora somos más eficientes”, destacó Israel Zenteno Ruiz, gerente de Operaciones de la firma.
El directivo precisó que la firma no sólo busca quedarse con esta certificación, sino que para noviembre próximo también pretende obtener la ISO 9000-2015, con la finalidad de estar a la vanguardia en cuanto a gestión de calidad.
Y sus técnicas son tan eficientes, que en el viñedo trabajan únicamente diez personas, quienes se encargan de las 120 hectáreas plantadas que producen distintos tipos de uva para los 14 vinos que conforman su portafolio.
Foto: Korina Levy
En cuanto al área de producción, ésta se conforma por siete personas, las cuales logran transformar las 52 mil cajas de vino de las 14 variedades que se producen anualmente, aunque para fin de año se prevé que lleguen a 62 mil, ya que la producción va en ascenso por una mayor demanda del mercado por los vinos mexicanos de calidad, de forma que el plan de crecimiento de la empresa es generar 75 mil cajas en los próximos tres años.
Para el cierre de 2015 y 2016, la vinícola dirigida por Hans Joseph Backhoff pronostica hacer inversiones en tierra con la finalidad de expandirse, pese a las 285 hectáreas totales que posee divididas entre los cinco ranchos que opera actualmente.
Nos vamos a enfocar en plantar nuevos viñedos que nos ayuden a abastecernos. Lo que nos gusta es controlarlos para tener una calidad de uva, que es la que necesitamos para hacer nuestros vinos; entonces, como está creciendo la empresa necesitamos expandirnos en viñedos”, apuntó Zenteno.
Aunado a esto, la vinícola busca incrementar la producción que tiene en sus plantíos de Ojos Negros, cerca del Valle de Guadalupe, descartando así el área de San Vicente. Y la apuesta por Ojos Negros ha resultado tan favorable para Monte Xanic, que según el directivo la producción ha resultado ser óptima, por lo cual buscan extenderse en esta zona. En cuanto a la cadena de distribución, Zenteno dijo que la empresa vigila todo el proceso, con el fin de garantizar la calidad desde el momento en que se pone el corcho hasta que se abre la botella, que en promedio toma dos años.
Asimismo, la firma está comenzando a exportar a EU, donde envía aproximadamente cinco por ciento de la producción.
Sudamérica es un área que nos interesa. Estamos viendo la posibilidad de exportar, pero no es un área que consume vinos de alta calidad en volúmenes grandes, entonces creemos que nuestra calidad es más hacia Estados Unidos, Canadá y, eventualmente, Europa. No tenemos urgencia por exportar. En Monte Xanic hay una filosofía de hacer grandes vinos para los mexicanos y el consumo en el país está creciendo tanto, que no necesitamos la exportación para sobrevivir como empresa.”
Zenteno acotó que la vinícola no crecerá a pasos agigantados, porque lo más importante es mantener la calidad y la consistencia de los vinos. Es por ello que no se enfoca en productos menores a 200 pesos por botella, pues su target son consumidores que optan por vinos premium e incluso lanzará dos nuevos productos para 2016.
Comentó que una de las maneras para hacer eficiente la selección de la uva se debe a la máquina franco-alemana Mistral, que opera en Monte Xanic desde hace dos años.
El aparato trabaja con una navaja de aire y permite quitar la uva del racimo para que no se mezcle al momento de obtener el jugo y obtener un producto aceptable, sobre todo si se considera que del momento en que se planta la vid al que se embotella el vino pueden llegar a pasar 12 años.
Además, el rancho tiene 25 concentraciones de suelo distintas, para lo cual se han colocado sensores que miden la salinidad de la tierra, cuánta humedad disponible tiene la raíz y, de ésta, cuánta absorbe.
Por ello es importante controlar el riego de manera eficaz, sobre todo porque el Valle de Guadalupe carece de agua.
Realizar esta práctica permite obtener uvas más pequeñas, ya que las grandes tienen menos sabores y aromas. Es por ello que Monte Xanic busca que se obtengan vides de mejor calidad, distribuidas en las 105 hectáreas que están plantadas actualmente, lo que permite segmentar los niveles en precios y obtener mayor eficiencia. Sobre el rediseño de la marca, Zenteno aseveró que era un paso esencial, ya que los consumidores se han vuelto mucho más selectivos.
