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Mantener vivas nuestras tradiciones más populares se ha convertido en todo un reto, particularmente en los espacios dedicados al turismo de alto perfil.
Sin embargo, los trabajadores y empleados de Camino Real Polanco encontraron la manera de celebrar una de las más importantes de la cultura mexicana, como es la del Día de Muertos y las ofrendas que lo adornan. El hotel, que se encuentra en una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México, lleva 15 años festejando la prehispánica costumbre de honrar a los difuntos.
El hotel, en sí mismo, es una ofrenda a nuestro México, que se puede apreciar desde los colores de las paredes hasta los murales que las adornan. Pero como al respecto de las tradiciones mexicanas la directiva siempre va más allá, cada año invita a sus empleados a montar una ofrenda alegórica, para festejar este día.
Se les pide a todos los colaboradores que hagan una ofrenda, totalmente libre, pero siempre respetando lo que es fundamental en ellas: bebida, comida y los adornos que la ambientan. Que no haya nada relacionado con Halloween, y respetando al 100% nuestra tradición mexicana”, dice el Director de Camino Real Polanco Ignacio Pérez Cárdenas.
“Cada departamento decide si le entra o no… pero realmente a todos les gusta participar y le ponen un cariño enorme a sus ofrendas”, añade.
La mejor ofrenda se lleva un premio, pero lo cierto es que el interés va más allá de la competencia. Lo realmente importante, tanto para directivos como para trabajadores es preservar la tradición; como queda demostrado en sus propuestas.
Cada departamento tiene un espacio para su ofrenda, y aunque la invitación formal se envía 15 días antes de la fecha de montaje, los participantes empiezan a prepararse con mucho tiempo.
Como son temáticos, nos organizamos con tiempo… Todo lo que ves en los altares lo hacemos nosotros mismos o lo traemos de nuestras casas; nada es comprado… Eso es lo que hace más especial esta tradición en Camino Real”, comenta un colaborador del hotel.
Las ofrendas se dedican a compañeros fallecidos, a familiares de trabajadores del hotel, a personajes interesantes para ellos e, incluso, al artista que construyó Camino Real Polanco, el arquitecto Ricardo Legorreta.
El premio principal, por el que se esfuerzan al máximo los participantes, está en que el altar ganador es exhibido en uno de los puntos principales del hotel, muy cerca de la entrada, para que puedan apreciarlo clientes y huéspedes.
“Lo importante es que los huéspedes y demás visitantes conozcan y disfruten nuestras tradiciones… Un 45% de nuestros huéspedes son extranjeros, así que es una forma de mostrarles un pedazo de nuestro México a través de sus tradiciones”
Este fin de semana aprovechen para darse una vuelta por Camino Real Polanco (a comer en cualquiera de sus restaurantes o a tomarse una copa en algunos de sus espacios) y podrán disfrutar de la maravillosa decoración del hotel, y de una sensacional ofrenda de Día de Muertos.
*DR
