¿Por qué no podemos resistir a las ofertas del Black Friday?

Ciudad de México.- ¿Comprar o no comprar? Pocas cosas se comparan con el placer que nos da el adquirir un producto nuevo, sobre todo, si es algo que deseamos desde hace mucho tiempo. Y para ser honestos, las ofertas son una tentación a la que difícilmente nos podemos resistir.

Superamos el Buen Fin, pero ahora viene el Black Friday (el concepto original), el cual, promete más y mejores ofertas. En Estados Unidos marca el inicio de compras para la temporada navideña.

Según declaró el psicólogo Miguel Silveria al El País, las personas somos como un saco de deseos que por nuestra propia naturaleza piden ser satisfechos, y en eso, consiste gran parte de la felicidad.

Silveria también señala que, hay dos factores que hacen que estos días llenos de ofertas sean un gran éxito: el principio escasez y el fenómeno de contagio.

1. La escasez

Este día es una lucha contra el tiempo, pues es cuando todos quieren comprar aquellos productos que han deseado durante el año. Al marcar un momento de inicio y fin, se activa y acelera el deseo por las cosas, y en consecuencia, compramos con más felicidad.

Sólo encontramos frustración cuando pasamos horas en busca de ofertas, y al final salimos de la tienda sin comprar.

Además del tiempo, la escasez de producto también se presenta como un problema. Competimos con otros por las ofertas. Por esto es que no nos tomamos el tiempo para analizar si de verdad es una oferta o si es un producto que necesitamos.

2. El contagio

Tal y como se contagia una enfermedad, así se transmite el deseo por salir a comprar. El contagio es un concepto básico del psicoanálisis y aplica para aquellos fenómenos que envuelven a las masas. Por ejemplo, cuando vamos a un concierto, termina la canción y alguien empieza a aplaudir, poco a poco los demás asistentes también aplaudirán. En otros casos, también se contagia el ánimo que el cantante imprime en el escenario cuando pide al público corear una canción o mover los brazos en determinada dirección.

El efecto de contagio incrementa con las redes sociales, pues según apunta Silveria, muchos hablarán de sus compras en las redes sociales. Algo que contribuye a que compremos más, es que se presenta como un hecho único. Silveira señala que “se adorna como una fiesta, e intentan dar la sensación de alegría, apelan a nuestras emociones.”

Para no dejarse llevar por la tentación de comprar cosas que no necesitamos, o caer en deudas innecesarias, lo que tenemos que hacer es pensar con la cabeza fría y ser racionales. Sabemos que este tipo de ofertas se presentan cada determinado tiempo, y siempre podemos esperar antes de gastar el dinero que no tenemos.

La mejor gratificación que podemos tener, es cuando llega nuestro estado de cuenta y vemos que no debemos al banco más de lo que podemos pagar. Hay que ser realistas desde el principio, tener los pies en la tierra y entender que esta felicidad es pasajera.

Si esto no funciona, lo mejor es alejarse de las tiendas y evitar ver las ofertas que habrá en Internet. Así no avivaremos a nuestro impulso de ir de compras.

Ahorrar es la mejor decisión y el bolsillo lo agradecerá.

Jbf