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CIUDAD DE MÉXICO.- De las cosas más divertidas de esta temporada son las posadas… Ese gran evento que compartes con tus amigos, familia y claro… compañeritos de trabajo. Las posadas de oficina son EL evento, la fiesta que todos esperamos para poder socializar fuera de las paredes de la oficina.
Oviamente en estos eventos pasan muchas situaciones divertidas, desde el intercambio de regalos hasta los ligues inesperados y los compañeros sacando sus mejores pasitos de baile. Todo esto es padrísimo y es parte de la tradición de las posadas y al día siguiente nadie se acuerda… A menos que tengas un puesto directivo.
Entoooonces… Todo mundo lo recordará para siempre.
Si tienen un puesto directivo o gerencial, si tienen personas a su cargo y una reputación que cuidar, por nada del mundo caigan en estas situaciones durante las posadas de su oficina:
Claro que las fiestas son para pasarla bien, relajarse y ser felices y esto suele involucrar alcohol. Pero a un líder nunca se le deben pasar las copas frente a su gente, así que por favor tómense una menos del punto alcohólico. Está bien tomarse un par de copas y brindar con todos, pero por nada del mundo vayan a salir malitas de su alcohol de una posada de oficina.
Convivan mucho con su gente, platiquen, brinden, bailen un poco y luego… retírense a una hora prudente. No se queden hasta que los corran, nunca deben ser los últimos en irse.
Si eres de los que aman bailar esta es una ocasión perfecta para hacerlo con tu gente, con tus compañeros, jefes y subordinados, pero recuerda que no estás en el antro y que no se ve muy bonito que twerkees a la Miley Cyrus. Baila, diviértete, sigue el pasito que todos hacen pero sin exagerar los pasos ni echarle pasión extra a la sacudida de caderas.
Una situación muy común en las posadas de oficina es que con el alcohol se nos suelta la lengua y llega la hora de las confesiones. Cuando esto pase, tú como jefe o líder en tu empresa, debes permanecer al margen (o irte a casa, este es buen momento). No le netees al jefe y mucho menos a tus subordinados. En ese momento podrá parecerte buena idea pero ese intercambio de información puede malinterpretarse al día siguiente.
No creo que haya mucha falta explicar este punto… Y nadie debería ligarse a nadie en la posada de la oficina, pero es algo que siempre pasa. El problema es cuando tienes un puesto de autoridad y eres el jefe persiguiendo a la asistente o la jefa ligándose al becario. Evítatelo.
Entendemos que después de un rato bailando, comiendo y tomando, todos odiamos las corbatas y los tacones. Pero tú eres un líder, tienes gente que trabaja para ti y por lo tanto, no está bien perder el glamour. Chicas, es mejor llevar unas botitas cómodas a unos tacones súper lindos que se quieran quitar a la media hora de haber llegado. Y, ya que estamos en el punto de los outfits, les recomendamos moderar los escotes y las chiqui faldas, porque aunque en Actitudfem creemos que nadie debería hacer juicios basándose en el atuendo, la realidad es que como sociedad nos falta mucho para llegar a ese punto.
7. Hacer bromas pesadas
Imagínense ser el jefe que dice “híjole Pedrito y yo que ya te iba a dar un aumento”… Las bromas relacionadas con cuestiones laborales o aspectos físicos de las personas no deben ser hechas por el jefe…
¿Qué otra situación agregarían a la lista?
