CIUDAD DE MÉXICO.- Como el blanco y el negro, el yin y el yang, el gasto y el ahorro son lados opuestos de la moneda. Estos conceptos se anteponen el uno con el otro y es normal que pensemos que no se pueden llevar bien; eso es un error, sí se pueden llevar bien, pero necesitan la ayuda de un mediador y ese eres tú, establece en el programa de educación financiera Saber Cuenta.
Sin importar tu situación financiera el dinero o lo gastas o guardas, sólo hay esas opciones.
Y ya hablando de las personalidades aquellos que guardan todo su dinero son conocidos como mercantilistas, mientras quienes lo gastan como les llega, tal como si les quemará las manos, son los consumistas, dice el programa de educación financiera, tal vez todos tenemos un poco de ambos.
Pero ya sabes lo que dicen cualquier extremo es malo, controlar el gasto para vivir en austeridad, a pesar de contar con un altísimo poder adquisitivo y capital acumulado, puede ser bueno… si esperas una crisis financiera global, la tercera guerra mundial o el regreso de la monarquía.
Mientras que del otro lado del ring tenemos a los consumistas. Gente que, no necesariamente es alérgica al dinero, pero que, por algún motivo, sus manos se queman cuando lo sostienen.
Todo extremo es malo y la clave de la felicidad económica se encuentra en el balance. En efecto, ese dinero que ganas debe ser gastado y, también te mereces algo más que sólo pagar servicios básicos. Pero tampoco te lo mereces todo.
Toda decisión en materia de finanzas está ligada a disfrute o sacrificio de un recurso a corto, mediano o largo plazo, afirma Saber Cuenta.
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