La mayoría de los lugares de trabajo están llenos de interrupciones, pero simplemente apretar los dientes e intentar ignorarlas no funciona.
A continuación cuatro formas de tomar el control de su ambiente para que éste deje de controlarlo:
- Monitorea tus emociones. Las próximas diez veces que dejes que te interrumpan, para y pregúntate: “¿Qué estabas sintiendo inmediatamente antes de empezar a hacer otra cosa?” La ansiedad, la aburrición y la soledad pueden volverte más sensible a las distracciones.
Ser más consciente de los móviles detrás de tu respuesta a interrupciones potenciales te ayudará a desarrollar estrategias más sanas para resistirte a ese correo electrónico o alerta telefónica.
- Acepta victorias fáciles. Ansiedad inconsciente por tareas incompletas puede hacerte vulnerable a la distracción. En lugar de dejar que la preocupación toma el control, ayuda a enfocarte terminando tareas en tu lista de pendientes que sean de alta ansiedad pero de poca complejidad.
- Estructura soledad. Descubre cuáles son tus momentos más productivos del día, y después programa bloques para trabajo concentrado en tareas complejas. Y no te limites simplemente a programar tiempo: apaga los teléfonos, las alertas e incluso el acceso a Internet, si puedes.
- Sal a caminar con el problema. Si es difícil concentrarse en la oficina, llévate a caminar los problemas importantes. Mover el cuerpo puede suplementar la actividad mental. Y será menos probable que encuentres interrupciones mientras estás en movimiento.
Joseph Grenny es cofundador de VitalSmarts.
kgb