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CIUDAD DE MÉXICO.- Si después de siete años todavía no entiendes cómo fue que la economía mundial estuvo al borde del colapso en la Crisis del 2007-2008, entonces necesitas ver la película “La gran apuesta”.
“The Big Short”, como se titula en inglés, es una película basada en el libro del mismo nombre de Michael Lewis, en cual se cuenta la historia real de un grupo de inversionistas de Wall Street que supieron con meses de anticipación de la burbuja en el mercado hipotecario y apostaron en su contra.
De manera resumida, la Gran Recesión fue causada por hipotecas que eran usadas para respaldar instrumentos financieros cuyo rendimiento dependía de los pagos de éstas. Cuando las personas fueron incapaces de pagar su hipotecas, los activos se volvieron basura, los bancos perdieron y el sistema bancario estuvo al borde del colapso y la economía mundial cayó en una recesión de la cual muchos países no terminan de salir.
El grupo de personas que la película sigue crearon un mercado con otros instrumentos financieros, llamados swaps, que sirven como un seguro para cuando otros activos no pagan el rendimiento que deben. Los inversionistas pagan una prima, usualmente un porcentaje del valor total del activo asegurado, a cambio de una suma garantizada a recibir si el activo cae en default. El negocio está en mantenerlo el suficiente tiempo para que conforme aumente la posibilidad de cobrar el swap, alguien quiera comprarlo y se recupere el pago en primas y se obtenga una ganancia.
Esto es lo que hicieron Michael Burry (Christian Bale), Jared Vennett (Ryan Gosling), Mark Baum (Steve Carrell), y Charlie Geller (John Magaro) y Jamie Shipley (Finn Wittrock) con ayuda de Ben Rickert (Brad Pitt). Y es lo que cuenta la película.
Dirigida por Adam McKay, la cinta es una gran y detallada explicación que ayudará a entender la gestación de la Gran Recesión a cualquiera que no esté familiarizado con temas financieros y económicos. Y para aquellos que conocen del tema, será una grata satisfacción ver la sencillez con la que logra aterrizar los eventos.
No deja de lado los conceptos técnicos como hipotecas subprime, CDOs y swaps, pero los explica de manera muy sencilla y original, con ayuda de personalidades como el chef Anthony Bourdain, Margot Robbie, Richard Thaler y Selena Gomez.
La edición y el guión son otros puntos fuertes de la película. La narración corre a cargo del personaje de Ryan Gosling, la cuarta pared se rompe de manera continua y las escenas se interrumpen para explicar los términos financieros con clips de estas celebridades o con texto sobre la pantalla. Además de incluir videos de archivo, principalmente noticias, para establecer el contexto de qué pasaba en el mundo en ese momento.
La película tiene grandes virtudes. Por ejemplo, no pinta a los personajes como héroes o villanos, sino como participantes de todo un mercado con vicios y virtudes. Y los usa de manera correcta para recordarnos que detrás de los miles de millones de dólares en pérdidas, caídas de acciones y alza en la tasa de desempleo, hay personas que perdieron sus empleos, casas y ahorros.
Además, gran parte de que la audiencia se pueda relacionar con la historia y un tema complejo es responsabilidad del elenco reunido para la cinta. Esto permite que el espectador también entienda lo confuso e incongruente que puede ser el mercado financiero, no sólo en sus instrumentos y participantes, sino también reguladores.
En mi opinión, es como el documental “Inside Job”, que cuenta los mismos hechos, pero con una historia mucho más atractiva.
*gl
