Michael Oher, de los Carolina Panthers, disputará este domingo el juego contra los Broncos para ganar su segundo Super Bowl. Pero el camino que tuvo que recorrer para llegar a este momento de su vida, fue más que empedrado.
Este jugador de la NFL es mundialmente reconocido por sus habilidades en el campo de juego, pero también porque su historia fue adaptada para ser llevada a la pantalla grande con la película “Un sueño posible” (cinta que le hizo ganar un Oscar y Globo de Oro a Sandra Bullock).
Oher nació el 28 de mayo de 1986, y tras una dura infancia que lo llevó a dormir en las calles de Memphis y ser analfabeta, fue adoptado por una familia acomodada de la ciudad.
Pese a ser un niño grande y más pesado que el resto de su clase, su nueva familia lo impulsó a que aprovechara su físico para jugar fútbol americano en la universidad. Para ello Michael tenía que obtener buenas calificaciones, y gracias a un curso intensivo de preparación en la Universidad de Brigham Young logró su propósito.
Finalmente Oher pudo entrar a la universidad de Mississippi en donde fue triunfando poco a poco, primero con los Ole Miss Rebels, para posteriormente hacerlo con los Baltimors Ravens ya en la NFL.
Michael se volvió uno de los mejores tackle derecho y eso lo llevó a ganar su primer Super Bowl en 2013 tras derrotar a los San Francisco 49ers.
Un tropiezo…
En la cumbre del éxito y con un contrato por 4 años y 20 millones con el Tennessee Titans, la carrera de Michael se desplomó, su rendimiento cayó y nadie creyó que se recuperaría. Sin embargo, Oher no se dio por vencido y repuntó.
Así, el próximo 7 de febrero, Michael intentará hacer historia de nuevo con su equipo los Panthers para volver a ganar un Super Bowl, durante el cual sus papás adoptivos, Sean Tuohy y Leigh Anne Tuohy, seguirán apoyando los sueños de su hijo conocido mundialmente como “Big Mike”.
Imágenes: Instagram @michaeloher