Acechan al mundo deudas impagables, este es el riesgo

Economía - 12 Feb, 2016
El sector financiero de China tendrá préstamos y otros bienes financieros por 30 billones de dólares a fines de este año. Foto: Reuters

El gigantesco y estancado depósito de préstamos que empresas e individuos de todo el mundo están luchando por pagar podría estallarle en la cara al sistema financiero global. Las deudas incobrables han sido un lastre en la actividad económica desde la crisis financiera de 2008, pero en los últimos meses, parece estar aumentando la amenaza planteada por la proyección de los préstamos incobrables. China es la principal causa de preocupación. Algunos analistas calculan que los créditos con problemas podrían superar los cinco billones de dólares (bdd), impresionante cifra que equivale a la mitad de la producción económica anual del país.

Las cifras oficiales muestran que los bancos chinos frenaron sus préstamos en diciembre. De persistir esta tendencia, la economía de China, la segunda más grande del mundo después de Estados Unidos, podría frenarse aun más de lo que ya lo ha hecho, dañando a los numerosos países que por muchos años han dependido de su economía para crecer.

Pero no es sólo China. Donde quiera que los gobiernos y los bancos centrales lanzaron políticas dinámicas de estímulo en años recientes se ha presentado una proyección de deudas incobrables. En Estados Unidos se necesitaron muchos meses para que cayeran las suspensiones de pagos de las hipotecas después del más reciente impulso a la vivienda y las compañías de energía están luchando para pagar el dinero barato que pidieron prestado para aprovechar el auge del gas de esquisto.

 

Europa no escapa

En Europa, los analistas aseguran que los créditos incobrables son de más de un billón de dólares. Muchos bancos europeos grandes siguen lastrados por créditos en impago, lo que ha complicado los esfuerzos de los políticos por revivir la economía del Viejo Continente. Italia, por ejemplo, anunció un plan la semana pasada para liberar a su lastrada industria bancaria de los créditos incobrables.

En otras partes, los préstamos incobrables están al alza en los bancos más grandes de Brasil, mientras el país se las ve con los efectos de una enorme parranda crediticia.

Si tenemos un auge y después una caída se producen pérdidas económicas”, señala Alberto Gallo, jefe de Investigación de Crédito Global del Banco Real de Escocia, en Londres. “Podemos tener la esperanza de que algún día las pérdidas se conviertan en ganancias, pero si no se convierten, son un lastre para la economía.”

En tiempos de vacas gordas, empresas e individuos contratan préstamos, generalmente a bajas tasas de interés, para comprar bienes y servicios. Cuando la economía se frena, muchos acreedores tienen problemas para pagar esas deudas. Y mientras más grande haya sido el auge, más amarga es la deuda que deja atrás, con la que tienen que lidiar banqueros y políticos.

En teoría, es lógico que los bancos reconozcan rápidamente las pérdidas incorporadas en los préstamos incobrables y que después compensen esas pérdidas recaudando capital fresco. Es más probable que los bancos depurados empiecen a prestar de nuevo y así desempeñen su papel en impulsar la recuperación.

 

Honestidad difícil

Pero en la práctica puede ser difícil llevar a cabo esta estrategia. Reconocer pérdidas por préstamos incobrables puede significar empujar a las empresas a la bancarrota y a las familias al remate hipotecario. Esa perturbación puede enviar un escalofrío por toda la economía, requerir rescates impopulares entre los contribuyentes y tener dolorosas consecuencias sociales. Y, en algunos casos, los bancos pueden tener muchas dificultades para recaudar capital fresco en los mercados.

Aun así, la desventaja de aplazar la depuración es que los bancos están lesionados y renuentes a prestar, lo que obstaculiza la recuperación. Por ejemplo, los economistas afirman que Japón esperó demasiado tiempo después de su auge crediticio de los años ochenta para obligar a sus bancos a reconocer las enormes pérdidas, y como resultado, la economía ha sufrido por años.

El temor de que la economía del país se está frenando ha influido fuertemente en los mercados globales durante los últimos meses, ya que una China débil podría arrastrar el crecimiento global hacia abajo.

 

La banca china

Muchas de esas preocupaciones se centran en la industria bancaria china. En años recientes, los bancos y otras empresas financieras de ese país emitieron una oleada de préstamos y otros productos de crédito, muchos de los cuales no se van a pagar por completo.

El sector financiero de China tendrá préstamos y otros bienes financieros por 30 billones de dólares a fines de este año, muy por encima de los 9 billones que tenía hace siete años, precisó Charlene Chu, analista de Hong Kong para Autonomous Research.

El mundo nunca había visto un crecimiento del crédito de esta magnitud en tan poco tiempo”, observó en un mensaje de correo electrónico. “Nosotros pensamos que esto ha impactado, directa o indirectamente, a casi todos los precios de bienes en el mundo, lo cual es la razón de que los mercados estén tan nerviosos ante la idea de que pudieran salirse de control los problemas de crédito de China”.

Las cifras publicadas de los créditos incobrables en China muy probablemente no capten la magnitud del problema, advierten los analistas. En su análisis, Chu calcula que para fines de 2016, hasta el 22% de los créditos y bienes del sistema financiero chino estaría “sin desempeño”, término de la industria bancaria que se aplica a un acreedor que se ha atrasado en sus pagos o que tiene limitaciones tales que hacen improbable que pague su deuda por completo. En términos de dólar, eso equivale a 6.6 billones de dólares en préstamos y bienes en problemas.

Aunque no hay suficientes datos oficiales para establecer la cifra precisa de los préstamos incobrables, para algunos analistas supera los 5,000 millones de dólares.

Dada la turbiedad de la industria financiera china, otros analistas manejan una cifra “de referencia básica” de los préstamos incobrables. Christopher Balding, profesor asociado de la Escuela de Administración HSBC de la Universidad de Pekín, precisó que el análisis de los pagos de intereses de las empresas a los bancos chinos apunta a que 8% de los préstamos a firmas podría estar en problemas. Pero advirtió que era posible que fuera más alto el número de préstamos incobrables del sistema financiero chino en general.