¿México tendrá problemas para pagar la deuda externa?

CIUDAD DE MÉXICO.- La percepción de los inversionistas sobre el riesgo de que México deje de pagar deuda en dólares, lo que se reflejó en un alza del Credit Default Swaps, es momentáneo, ya que nuestro país tiene la liquidez necesaria para liquidar la totalidad del pasivo, incluso en un solo pago, en el supuesto de que se le exigiera, lo que no ocurrirá, porque está contratado a largo plazo.

Según cifras del Banco de México, el saldo de las reservas de dólares al 5 de febrero de 2016 es de 174,974.8 millones de dólares, mientras que el de la deuda externa neta del sector público, es de 161,609.5 millones de dólares, con datos de la Secretaría de Hacienda disponibles al 31 de diciembre de 2015.

Montos

Las cifras oficiales sugieren que el monto de las reservas internacionales es 8.3% mayor que el de la deuda externa del sector público, lo que significa que México tiene liquidez suficiente para cumplir con el pago de sus obligaciones financieras, incluso en un solo pago, si fuera necesario.

Pero ocurre que 98 % del saldo de la deuda externa neta total, representativo de 159,057.2 millones de dólares, tiene una estructura de pago a largo plazo. Cabe recordar que el gobierno federal ha realizado emisiones de duda con vencimiento a 100 años.

Según el calendario de amortizaciones de la deuda pública externa del sector privado, publicado por la SHCP, el gobierno mexicano pagó 4,903 millones de pesos en 2015, y pagará 9,388 millones de pesos en 2016; 8,217 millones de pesos en 2017; 8,688 millones de pesos en 2018; 9,630 millones de pesos en 2019; 14,104 millones de pesos en 2020; 9,498 millones de pesos en 2021; 8,734 millones de pesos en 2022; 10,605 millones de pesos en 2023; 7,036 millones de pesos en 2023; 9,409 millones de pesos en 2025; 5,268 millones de pesos en 2006; 4,980 millones de pesos en 2027; 2,348 millones de pesos en 2028; y 49,551 millones de pesos en otros años.

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La información sugiere que México no debe tener problemas para cumplir el calendario de pagos o amortizaciones de la deuda externa neta del sector público, a menos que agote sus reservas de dólares a través del mecanismo de subastas implementado por el Banxico para proveer liquidez al mercado cambiario.