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Sin duda, las elecciones en Estados Unidos son un tema de suma importancia. Tanto en México como en el resto del mundo, los resultados de las primarias y caucuses mantienen a todos a la expectativa, pues los resultados podrían tener repercusiones importantes en todos los sentidos.
En México, las declaraciones del magnate neoyorkino Donald Trump mantienen a gran parte de la población preocupada y han dado mucho de qué hablar.
A pesar de que todavía falta un largo camino por recorrer hasta que un nuevo presidente sea electo en Estados Unidos, es importante saber la visión que se tiene sobre estas declaraciones y estar preparados a lo que pueda suceder.
Hace unos días el grupo de estudiantes del Forum for Cooperation, Understanding and Solidarity (FoCUS) invitaron a Heidi Smith y a Larry Rubin para hablar de las posturas del Partido Demócrata y Republicano para conversar sobre las elecciones en Estados Unidos.
En el marco de esta discusión, El Supuesto dialogó con Larry Rubin, representante del Partido Republicano en México.
Karla González: Parecía que la nominación republicana está cerrada y prueba de ello es lo ocurrido en Wisconsin. Pareciera que Ted Cruz se empieza a fortalecer y le quita delegados importantes a Trump. Ante este escenario, ¿hay posibilidad de una convención abierta?
Larry Rubin: Sin duda creo que la elección del candidato republicano se va a ir a una convención abierta. El hecho de que Trump haya perdido las primarias en Wisconsin hace que el gapsea cada vez menor y, por lo tanto, dificulta que alguno de los aspirantes alcanceel número de delegados necesarios para ganar la nominación. La regla es clara, si ningún candidato llega a los 1,237 delegados, se lleva a cabo una convención abierta.
KG: Sabemos que en Wisconsin, la mayoría de los votantes son blancos educados, los cuales no están votando por Trump. Sin embargo, ¿podríamos decir que esta derrota, más que ser una cuestión demográfica, es más bien el principio de más triunfos de Cruz?
LR: La verdad es que estas elecciones han sido todo menos predecibles. Es muy importante el resultado de Wisconsin, pues Trump la tiene difícil. Incluso, días después fue a Washington a buscar el apoyo del partido, cuando antes había criticado al presidente de los republicanos. Por otra parte, Trump es muy mediático y ha logrado posicionarse provocando a la audiencia y a los medios de comunicación. Sin duda, hasta el momento, eso es lo que le ha funcionado.
KG: En ese sentido, ¿cree que las declaraciones agresivas de Trump durante toda la precampaña hayan debilitado, en cierto sentido, el debate en el lado republicano?
LR: Creo que hay temas cada vez más importantes para todos, como el de seguridad, sobre todo después de lo que pasó en Bélgica y en San Bernardino. Estos asuntos aparentemente aislados mandan la señal de que la seguridad es un tema importante. Por ende, también lo son la migración, el muro, y la discusión sobre la frontera porosa. A los estadounidenses les da pavor que un árabe terrorista entre por la frontera y no tanto que un ilegal mexicano cruce para buscar una mejor vida. Su mayor preocupación es que un árabe quiera hacerle algo "malo" a Estados Unidos.
KG: En general, ¿qué piensa el Partido Republicano como tal de las declaraciones de Donald Trump?
LR: El Partido Republicano busca, en la medida de lo posible, que cada candidato establezca sus propias posturas hacia una serie de temas. Además, en Estados Unidos, la libertad de expresión es uno de los valores más grandes, por lo tanto, el Partido haría muy mal en tratar de alinear a un candidato a cierta ideología o incluso censurarlo. Aunque el Partido Republicano tiene ciertos valores que lo definen, lo que hace o dice un candidato es el reflejo de lo que ese candidato, en lo personal, piensa.
KG: Algunos académicos opinan que de cierta manera a México le convendría más un Trump que un Cruz. Al final, como empresario, Trump sabe negociar y sus posturas no son tan fijas. En cambio, Cruz es más reacio a colaborar. ¿Qué opina de esta opinión?
LR: Es muy difícil de saber por una simple razón: la poca consistencia de los mensajes de ambos. Es muy diferente cuando un candidato está en campaña a cuando llega a la Casa Blanca. Quizá Trump se vuelva muy amigo de México, no lo veo tan factible pero puede ser. Pero la gran diferencia que vemos es que Trump hoy dice una cosa y mañana otra. Es muy difícil medir a un candidato cando no sabes lo que piensa. ¿Está Trump a favor del muro? Quizá no, pero eso es lo que la gente quiere escuchar.
KG: ¿Qué podemos esperar en los próximos meses de John Kasich?
LR: Marco Rubio y John Kasich dijeron que si perdían en su estado, se retirarían. Marco Rubio perdió Florida y Kasich ganó en Ohio, lo cual le dio un voto de confianza. Es un hecho que Kasich es el que está más abajo, pero si se dan las convenciones negociadas, la situación está a su favor. En primer lugar, la convención va a ser en Cleaveland, en su casa, lo cual juega un papel muy importante. Por otra parte, es el único que tiene un buen historial político, ya que ha sido congresista y gobernador, por lo que se puede considerar que tiene muy buen currículum. Aunque, por otra parte, no tiene los encabezados que logra Trump porque es muy moderado.
Algo importante es que, según las encuestas, es el único que le ganaría a Hillary Clinton. Los delegados en la convención sólo tienen un propósito: elegir al que le gane a los demócratas, y en este caso Kasich es el único que podría hacerlo. Lo que les importa a los delegados es que los republicanos ganen la Casa Blanca, es por eso que Kasich es importantísimo para este proceso.
KG: En caso de que un republicano gane la presidencia, ¿cómo sería la relación bilateral con México?
LR: Hemos visto que los candidatos republicanos que entran a la Casa Blanca hacen mucho por México, por medio de importantes acuerdos como ASPAN, TLCAN y la Iniciativa Mérida. Los grandes errores que se han dado en la relación bilateral han sido con los demócratas. Por ejemplo, Hillary Clinton fue la secretaria de Estado que más migrantes ha deportado ?no se dice, pero es la realidad?, al igual que Barack Obama, que sin duda es el presidente que más migrantes ha deportado. Entonces, es incongruente pensar que ahora sí van a ser amigos.
Además, la crisis con el exembajador Carlos Pascual se dio cuando Hillary era secretaria de Estado. Primero, Pascual no era la persona ideal para ser embajador. Segundo, es un hecho que el entonces presidente Felipe Calderón le solicitó a Obama removerlo pues Pascual tenía una relación amorosa con la hija del líder de la oposición del Congreso. Entonces, creo que faltó total sensibilidad por parte de Hillary y poca sensibilidad por parte de Obama. Otro ejemplo es el del operativo Rápido y furioso, ya que fue la primera vez en la historia de Estados Unidos que el Congreso pone en desacato a un miembro del gabinete. Esto demuestra que Clinton ha sido la peor secretaria de Estado para México. Entonces ¿qué va a garantizar que ahora va a cambiar? Ella es lo que es y la relación con Estados Unidos cuando ocupó ese cargo ha sido la más precaria que ha existido.
Por otro lado, está la reducción de fondosa la Iniciativa Mérida firmada por los dos gobiernos, hecho que ocurrió con Hillary Clinton. Es un proyecto de Estado elaborado por los dos países, por lo que no le puedes quitar recursos. Y esa mujer es la que quiere ser presidenta de Estados Unidos y la que, supuestamente, va a ser mejor para México. Y sí, es mujer, pero no tiene nada que ver con cuestiones de género. Si esta mujer no hizo nada por México como secretaria de Estado, ¿qué nos hace pensar que como presidenta sí lo hará? Sin duda, no lo hará. En ningún momento apoyó la relación entre Estados Unidos y México; al contrario, la afectó más.
KG: Con respecto a la relación con México, ya llevamos varios meses sin embajador de Estados Unidos en el país, ya que el Senado no ha ratificado la propuesta del presidente Obama, Roberta Jacobson. ¿Cuándo se hará esta ratificación?
LR: El tema es que la embajadora Jacobson, la cual me parece estupenda, también ha sido de las personas más involucradas en la relación con Cuba. Como es un tema álgido, a muchos les cuesta trabajo ratificarla. Para que haya embajador tendría que ser alguien que no esté tan involucrado en el tema de Estados Unidos con Cuba. No es tanto la relación Estados Unidos-México, es más bien el análisis de muchos de que esta Embajadora fue, en parte, artífice del deshielo en la relación Cuba-Estados Unidos.
KG: En ese sentido, ¿qué podemos esperar con respecto a la relación Cuba-Estados Unidos una vez que conozcamos los resultados de las elecciones presidenciales?
LR: Es interesante porque, dependiendo de quién gane la Casa Blanca, hay diferentes puntos de vista. Es un gran dilema porque el tema de Cuba tiene que ver con apoyar a un gobierno que afectó a muchísima gente, no sólo a los cubanos, ya que muchos estadounidenses también resultaron afectados por los nexos que tenían. También la cuestión de los derechos humanos es un asunto que se tiene que considerar. En general, son temas en los que, según la opinión de muchos expertos, Obama se la puso muy fácil al gobierno de los Castro, y en los que, lamentablemente, estos no tuvieron que cumplir con nada.
KG: Del mismo modo, tras el fallecimiento del juez Antonin Scalia, el presidente Obama hizo una nominación, la cual no ha sido ratificada. ¿Qué tiene que pasar para que se ratifique al noveno juez de la Suprema Corte?
LR: Lo que sucede en esencia es que Obama ha sido un presidente que no ha tenido la capacidad de trabajar con la oposición. Otros sí lo han hecho y me parece fundamental. Obama ha frenado varios proyectos de la oposición lo que ha provocado una mala relación, y ahora, lamentablemente, se le está cobrando la factura. El clima político en Washington es tan complicado que no creo que le quieran aprobar nada, pues Obama ya les impuso muchas cosas por la fuerza.
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