Activo empresarial

8 Sep, 2016

El Trumpazo a Hacienda

Luis Videgaray tuvo que asumir la decisión de invitar al polémico y antimexicano candidato republicano, Donald Trump, a platicar con el presidente Peña Nieto. La estrategia se vislumbraba muy arriesgada si no se operaba bien.

Se trataba de poner a México como la cereza del pastel entre las dos candidaturas de Estados Unidos, además de contener a Trump. Pero la operación fue catastrófica. El golpeteo político al Presidente sólo podía frenarse con la salida de su principal operador de las reformas y asesor político, Luis Videgaray.

VIDEGARAY, EL QUE NEGOCIÓ LAS REFORMAS

Luis Videgaray no era cualquier secretario de Hacienda. De por sí, el titular hacendario tiene el poder, y la responsabilidad, de manejar las finanzas públicas, otorgando el presupuesto y viendo con todas las demás secretarías el ejercicio del gasto.

Pero en el caso de Videgaray se trató de un secretario que igual negoció, cabildeó, propuso, varias de las reformas con el Congreso y partidos políticos. Desde las reformas financiera o fiscal, hasta la de competencia, energética y de telecomunicaciones. Todas las reformas pasaron, de una u otra forma, por el cabildeo y la negociación del ahora exsecretario de Hacienda.

Videgaray asumió la responsabilidad de invitar a Donald Trump, una reunión que resultó trágica por sus resultados: Trump siguió exigiéndole a México pagar por un absurdo muro, se mantuvo queriendo renegociar el Tratado de Libre Comercio y confiscar las remesas de los mexicanos que trabajan allá.

APORTELA Y ARISTÓTELES, CONGRUENTES, SALEN

Luis Videgaray ya había diseñado el actual paquete presupuestal 2017.

Después de las críticas por el rápido crecimiento de la deuda pública, que llegó a 45% del PIB, Videgaray y su equipo iban a plantear al Congreso ajustarse el cinturón en el gasto 2017, y caminar hacia el superávit primario para mandar una señal a los mercados de que iban en serio con el freno a la deuda.

Fue precisamente el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela, quien estuvo de lleno en el diseño del paquete presupuestal.

Aportela decide renunciar en lealtad al secretario de Hacienda. Junto con Aportela también hay otra baja sensible. Se trata de Aristóteles Núñez, el jefe del SAT, quien logró elevar la recaudación pública federal, a pesar de no contar con aumento en el IVA. Aristóteles logró introducir el pago electrónico de impuestos.

Ambas bajas son sensibles. La de Aportela y Aristóteles Núñez, quien por cierto en un comunicado institucional advirtió de la necesidad de que el nuevo titular de Hacienda traiga a gente de su confianza para un puesto clave en la administración del cobro de impuestos.

Claudia Algorri también deja Hacienda. Algorri llegó hace apenas unos meses como vocera de Hacienda, con la intención de generar una agenda de relaciones gubernamentales del secretario con diversos actores.

MEADE, EL ÚNICO QUE REPITE EN HACIENDA

José Antonio Meade es el nuevo secretario de Hacienda. Y se ha convertido en el único funcionario que ha podido repetir como secretario de Hacienda.

Ya lo había sido en el último tramo del sexenio panista de Felipe Calderón, y ahora Meade se hace cargo de Hacienda en los últimos dos años de la gestión priista de Enrique Peña Nieto. Meade es un funcionario con resultados. Ha sido canciller, secretario de Desarrollo Social y también de Energía. En toda su agenda lo ha hecho bien.

MEADE, A NEGOCIAR PRESUPUESTO AJUSTADO

Meade tiene un punto a su favor: pertenece al equipo hacendario, al que se va formando en las filas de la Secretaría de Hacienda y Banco de México.

Y un tema adicional: conoce el Congreso, sus negociadores, además de contar con conocimientos técnicos. Sí podrá hacer frente a las negociaciones complicadísimas de un presupuesto 2017, muy ajustado, más la reducción del crecimiento de la deuda pública, que podría llegar a 48% del PIB, y no más.

Es la primera vez en la historia de Hacienda que vemos cómo un candidato presidencial de Estados Unidos golpea a la secretaría más técnica y a una de las más poderosas del gabinete. Fue un Trumpazo a Hacienda. Y costó la caída de un secretario.