Innovación impulsa la industria aeroespacial; análisis de KPMG

CIUDAD DE MÉXICO.- Las empresas en México que se dedican al sector aeroespacial deben enfocarse en incluir un valor agregado o algún beneficio tecnológico en sus productos para así atraer más clientes, inversiones, generar empleos y ubicarse dentro de los 10 primeros lugares de la industria en el mundo.

De acuerdo con Alejandro Bravo, socio líder del sector aeroespacial de KPMG en México, esta industria crece cada año dos dígitos y es una de las que ha tenido mayor avance en el país en los últimos diez años.

Lo anterior porque las compañías del sector aeroespacial se dedican principalmente a la manufactura de piezas para aviones y helicópteros para exportar, así como en un menor grado a los satélites o cohetes.

“En los próximos 20 años se espera que se reemplacen 38 mil aviones en el mundo, el beneficio económico sería de 5.6 trillones de dólares en el cambio de flota y México estaría buscando participar de manera más activa en este contexto internacional”, previó el especialista en entrevista con Excélsior.

De hecho, las expectativas de la Secretaría  de Economía son muy altas, ya que se prevé que la industria aeroespacial para el año 2020 generará exportaciones por 12 mil millones de dólares, cerca de 80 por ciento más de lo registrado actualmente; existirán cerca de 400 empresas y se crearán casi 75 mil empleos.

EL MÉTODO

Al hablar sobre la encuesta Perspectivas Globales del Sector Aeroespacial y de Defensa 2016 y su impacto en México, Bravo consideró que la mejor opción para que esas perspectivas se cumplan es que las empresas fabriquen productos con valor agregado o un beneficio tecnológico.

Por ejemplo, que si hoy sólo se trabaja con componentes como puertas o motores de aviones y helicópteros, también se busque una manera de robustecer los fuselajes o entregar motores y turbinas completas.

En la parte tecnológica se podían añadir sensores para determinar si una pieza debe ser cambiada o sufre algún daño, así como el uso de materiales más resistentes y más ligeros.

El especialista consideró que esto ya se está tomando en cuenta no sólo dentro de las compañías, quienes ven en ofrecer piezas de mayor valor agregado la oportunidad de beneficiarse de la depreciación del tipo de cambio, considerando que la mayoría se exporta.

Así como en el sector académico, ya que se tiene una universidad dedicada al sector aeroespacial y existe una alta capacitación.

Pese a esto, aceptó que los retos son muchos porque se requerirá un número suficiente de ingenieros y técnicos para poder cubrir las plazas que se crearán, una estabilidad en las políticas de los estados sobre todo para atraer inversiones y mantener la estabilidad macroeconómica del país.

Y EL RESTO
DEL MUNDO

En lo que respecta a los otros países encuestados, Bravo indicó que la mayoría de las empresas confía en que el sector seguirá creciendo gracias a que se ofrecerán nuevos productos y servicios, así como la expansión a nuevos países.

Esto se refleja en que el 87 por ciento planea cambiar la gama de productos que ofrece en los próximos dos años, por ejemplo con motores mucho más eficientes, fuselajes más ligeros o una forma de hacer los procesos mejores.

“También se está volteando a mercados con un alto potencial como India o China que, después de Estados Unidos, son lugares con mucho potencial para crecer”, añadió el experto de KPMG.

Además, consideró que esta industria está buscando expandirse a nuevos destinos internacionales con el fin de acercarse a sus clientes y obtener acceso a estos nuevos mercados.

“En México veremos inversiones en tecnología, automatización, mejora en el manejo de costos y, en la visibilidad de la cadena de suministro”, aseguró Alejandro Bravo.