Cuenta corriente

7 Mar, 2017

Trabajo no remunerado: ¿cosa de oficio?

A propósito del Día Internacional de la Mujer, a nivel mundial y sin estar directamente relacionado con el nivel de ingreso por persona, a las mujeres se les responsabiliza de tareas de administración de hogar y del cuidado de los hijos, de forma cotidiana y sin descanso de fin de semana, que no son remunerados.

En México hay dos millones 321 mil 010 personas que realizan trabajo doméstico remunerado y el promedio del salario es igual a 1.5 salarios mínimos, siendo más alto en zonas urbanas y 94% son mujeres, sin embargo, de los casi 30 millones de personas no ocupadas de 15 años y más que podrían integrar a la Población Económicamente Activa (PEA), el grueso son mujeres y se dedican “al hogar”.

Pero según la estadística de trabajo no remunerado del World Development Report del Banco Mundial, diariamente las mujeres dedican de una a tres horas más que los hombres a labores del hogar, y específicamente hablando de la región latinoamericana, en más de la mitad de los casos las mujeres entre 20 y 24 años no buscan trabajo fuera de casa debido a la fuerte carga que representa mantener al día sus hogares.

El trabajar en el “hogar” no implica que sea trabajo improductivo. En México, durante los últimos cinco años, la tasa de crecimiento poblacional en México ha sido de alrededor 1.35% anual y ya alcanza 129 millones de personas de las cuales 61.4 millones somos mujeres, 51.4% del total.

Es en este sentido y a tan sólo unos días de celebrar a nivel mundial el Día de la Mujer, con el cual se conmemora la lucha por la igualdad en relación con el hombre, es de llamar la atención que tanto a nivel económico como social, México presenta rezagos significativos en la lucha por lograr dicha equidad. Debo decir que hasta ahora, la política pública y las posiciones partidistas se han orientado más a la distribución de género en las posiciones administrativas más que al reconocimiento de talentos y al pago igual a trabajo igual que debe privar en una sociedad igualitaria.

Al referirnos particularmente al rubro económico, nuestro país tiene una gran deuda o área de oportunidad con las mujeres ya que, de acuerdo datos correspondientes al informe más reciente denominado Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México 2015, elaborado por el INEGI; el valor económico del trabajo no remunerado doméstico y de cuidados fue de 4.4 billones de pesos, equivalente a 24.2% del PIB; de esta participación las mujeres aportaron 18 puntos y los hombres 6.2. Es decir, que la aportación económica de la mujer (3.3 billones de pesos) al realizar estas actividades en el hogar equivale a 18% del PIB del país. Esta cifra es superior a 15.8% del PIB reportado en 2008, lo cual nos habla de que el rol de la mujer en este tipo de actividades cada vez retoma más importancia.

Para ponerlo en contexto le comento que aunque estas actividades no se comercializan, su valor económico supera al PIB que generan sectores productivos tan relevantes como la industria manufacturera (16.7%), el comercio (15.5%), el turismo (8.7%), el petróleo (5.8%), o los servicios educativos (4.1%).

Es importante precisar que por Trabajo No Remunerado de los Hogares de México nos referimos a los servicios de cuidados y apoyo a los integrantes del hogar, alimentación, limpieza y mantenimiento de la vivienda, así como compras y administración del hogar, entre otras.

Así las cosas, es de resaltar el valor de la mujer en la labores del hogar ya que cerca del 75% de estas labores son llevadas a cabo por el sexo femenino e inclusvo muchas de ellas cuentan además con una ocupación o trabajo remunerado fuera de casa, lo cual les da más valor en un mundo en el que los grandes puestos, sueldos y prestaciones están dominados por el sexo masculino.

El Inegi destaca que las mujeres destinan más horas a las labores domésticas y de cuidados, con 65% de su tiempo de trabajo total y sólo 32.5% a aquellas actividades por las que regularmente se recibe un ingreso monetario.

Por ello es importante enfatizar que para cerrar la brecha de ingreso entre hombres y mujeres, el primer paso es reconocer la deuda que tenemos los mexicanos con las mujeres, que los trabajos en casa deben ser remunerados y que es cuestión de todos generar las condiciones para que puedan acceder a trabajos relevantes y que generen valor, ya sea en el hogar o fuera de éste, para lo cual es necesario el desarrollo de políticas públicas claras que fomenten su desarrollo. Reconocer la aportación que todas hacemos a la economía, es el primer paso que daremos hacia un mejor país.

DE FONDOS A FONDO

#CERAWeek que se realiza en Houston Texas, reúne a directores generales de las 20 compañías petroleras y de energía más importantes del mundo, ministros como Justin Trudeau, que irá a vender el aceptado ducto que unirá Alberta con Texas y que Trump ha decidido autorizar. El tema es cómo se ven insertas Pemex, que dirige José Antonio González Anaya, y CFE, que encabeza Jaime Hernández, como empresas de energía en transición, en una industria que se encuentra también en transición, no sólo por el ciclo de precios del hidrocarburo, sino por la revolución tecnológica que comienza a desplazar a los combustibles fósiles por celdas solares y nuevos sistemas de abastecimiento y acumulación de energía proveniente de fuentes renovables.

Una de las invitadas, por cierto, es Patricia Espinosa, secretaria Ejecutiva de la Convención de Cambio Climático de Naciones Unidas (UNFCCC), quien ha estado visitando todos los foros a su alcance para lograr compromisos con las industrias, a favor del cumplimiento de los compromisos de París, hoy puesto sobre un muro menos mediático, pero igual de escandaloso por el presidente Donald Trump.