David Páramo

Análisis superior

David Páramo

22 Sep, 2017

Gran luz, grandes sombras

 

No hay ninguna duda de que la inmensa mayoría de los mexicanos son personas solidarias, que actúan de buena fe que todos los días (no sólo en los de tragedia), pero también hay personas de muy baja calidad moral que no dudan en demostrar su bajeza moral (no sólo en los de tragedia) a la primera oportunidad.

Situaciones como el sismo del 19 de septiembre prenden un relector muy potente que hace mucho más evidentes los grandes valores de la sociedad como solidaridad, altruismo, generosidad, valor… pero también muestra brutalmente las sombras de la sociedad.

Miserables que lo mismo salieron a cometer atracos en la zona de Santa Fe o intentos de rapiña en algunos edificios que tuvieron que ser desalojados. Otros más que se acercan a los centros de acopio para ofrecer comprar la ayuda que, generosamente, han entregado ciudadanos con la intención de revenderla. Algunos, que alguna escala mayor, se aprovechan de la buena fe y dicen que ellos recaudarán donativos para luego dárselos a la fundación de Carlos Slim que ha ofrecido dar 5 pesos por cada uno de los que reciba.

De entrada, no es cierto que potencie la ayuda recibida como dicen algunos sino que están buscando tomar beneficios fiscales por las donaciones y, en el extremo, quedarse con los recursos. La recomendación es, sin lugar a ninguna duda, entregar los donativos a instituciones debidamente serias y reconocidas.

BASURAS

Aquellos influencers (quienes ante sus fracasos en los medios distribuyen contenidos a través de las redes) que sólo van a tomarse las fotos o intentar hacer chistes o promover sus servicios de payasitos. Los que ven como justificable que se hayan realizado actos de agresión en contra del secretario de Gobernación.

Los mismos que si no se hubiera dado una presencia inmediata y constante del gobierno, habrían comparado con el vacío que dejó hace 32 años el gobierno de Miguel de la Madrid. Son una raza maldita que se ofenden por la tardanza de Donald Trump para hablar con el presidente Enrique Peña Nieto tras el sismo del 7 de septiembre.

Que se ofenden por los zapatos con los que
Melania Trump subió al avión para ir a Houston, pero critican a la esposa del gobernador de Chiapas por decir que está despeinada y eso no le importa.

Tipos quienes están buscando cualquier oportunidad para difundir rumores o hacer creer que el gobierno, en su infinita perversidad, se coludió con los medios de comunicación para inventar una historia mediática quién sabe con qué fines.

Esos, quienes en lugar de festejar a todos aquellos que han logrado ser rescatados de los escombros o elogiar la vida de aquellos héroes tanto de la sociedad civil desorganizada, así como funcionarios de todos los niveles de gobierno, marinos y militares.

Aquellas empresas calificadoras que inventan impactos negativos en la economía mexicana por el sismo o los periodistas que inventan supuestos ajustes al presupuesto federal por atender una desgracia de la que, hasta el momento, es imposible determinar.

POLÍTICOS

Los repugnantes partidos políticos que, aprovechando la tragedia, ofrecen entregar parte de las aportaciones de los contribuyentes, distribuidas por el gobierno bajo reglas creadas por los propios partidos políticos en el Congreso de la Unión, pero no toman ninguna acción para convertir en realidad sus dichos.

Seamos, particularmente, puntuales. Los recursos que reciben el INE y los partidos políticos resultan ser una cantidad ofensiva e indignante para el país. En uno de los extremos menos malos, pero aberrantes permiten a sus dirigentes vivir de una manera muy holgada sin tener que realizar otro trabajo.

Sin embargo, la oferta de disminuir el presupuesto no son más que palabras huecas, vacías y ridículas para engañar a la población mientras no se tomen acciones.

Si se tomaran los recursos como ha dicho el dueño de Morena sería una grave violación a la ley, aun cuando pudiera parecer que tiene una buena intención y tendría que ser sancionado por las autoridades electorales.

No han faltado zánganos que estén de acuerdo en que los partidos violen la ley por una buena causa. Seguramente para cualquier otro delincuente la causa también es mucho más que noble y justificable. Ley es ley, no juicios de valor.

Si los partidos políticos realmente quisieran disminuir el monto ofensivo de recursos que reciben y destinarlo a la reconstrucción de las zonas dañadas por los sismos, tendría que presentarse una iniciativa en el Congreso de la Unión, que fuera aprobada por la mayoría y, en el extremo, hacer una reforma constitucional, que debería ser aprobada por la mitad más uno de los legislativos estatales.

Mientras no se presente una iniciativa en el Congreso de la Unión y sea aprobada, se trata de un engaño miserable a la población.

 

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