CIUDAD DE MÉXICO.- Hoy Monopoly es uno de nuestros juegos de mesa predilectos cuando queremos perder amigos rápidamente: es adictivo, no tan tardado como la mayoría de los juegos de mesa y muy fácil de entender.
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Las reglas son simples: gana dinero por encima de todo, no importa si tus amigos se van a la cárcel o los hiciste hipotecar sus propiedades para pagarte la cuota más injusta de la historia.
Y, mientras más dinero y propiedades tengas, más posibilidades tienes de dejar a la bancarrota a los demás.
Se trata de un simple juego que tiene como tema principal el capitalismo y el monopolio, como el nombre bien indica.
La cultura popular indica Charles Darrow lanzó este juego en 1935; pero hay bastantes cosas que no te están diciendo.
Elizabeth Magie, la mujer hippy buena onda
El abuelo de Monopoly se llama “The Landlord’s Game”, el cual fue ideado por Elizabeth Magie en 1903.
Aunque no lo creas, Magie en realidad deseaba probar con este juego de mesa, que la mejor economía es la que premia la creación de ingresos que benefician a todos, en vez de una que trabaja bajo un monopolio.
Ella era seguidora de la filosofía del Georgismo de Henry George, el cual creía que la gente debería ser dueña del valor que ellos mismos producen, pero que el valor económico que se deriva de la tierra (como los recursos naturales) le pertenecen por igual a todos los miembros de la sociedad.
Magie deseaba impulsar esta ideología justo en un momento donde los monopolios habían hecho que la desigualdad social fuera uno de los mayores problemas mundiales.
Pero todo su bonito mensaje hippie se perdió con años de avaricia y la preferencia de la gente.
El gemelo buen y el gemelo malo
El problema surgió porque The Landlord’s Game tenía dos conjuntos de reglas: las anti-monopolio y las monopolistas.
En las reglas anti-monopolio, el juego terminaba cuando el “perdedor” ya tenía el doble de dinero que cuando empezó el juego. Mientras que en monopolio, el objetivo era hacer que el resto de los jugadores llegaran a la bancarrota.
Para sorpresa de Magie, la versión avariciosa, es decir, el monopolio, fue la versión más popular del juego.
El Monopoly sacó lo peor de nosotros y quizá eso explica por qué es tan adictivo.
La avaricia humana, hecha juego de mesa.
El viejito avaricioso
Charles Darrow utilizó los principios de las reglas monopólicas de The Landlord’s Game para lanzar Monopoly en 1935.
Durante estos 82 años Monopoly nos ha divertido demasiado, pero definitivamente no nos ha enseñado el valor y las ventajas de una economía conjunta.
¿Seremos competitivos y mezquinos por naturaleza?
kgb