Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

21 Mar, 2018

Prevén un boom de inversiones en Mazatlán

 

Ernesto Coppel, fundador de la cadena de hoteles Pueblo Bonito, es uno de los empresarios convencidos de que éste es el momento de invertir en Mazatlán, ciudad donde nació y comenzó a hacer su fortuna, en la década de los ochenta del siglo pasado, con los tiempos compartidos.

De hecho, se están cumpliendo 30 años de la apertura del primer Pueblo Bonito, en el cuadrante hotelero de la Zona Dorada, y ahora su grupo está destinando 25 millones de dólares para una remodelación que terminará a mediados de 2019.

Además de que está negociando un espacio próximo para una torre de condominios, que, de concretarse, aumentará sus inversiones previstas en esa parte de la ciudad.

Coppel no es el único empresario que está viendo oportunidades en Mazatlán, la carretera que conecta con Durango fue el detonador que atrajo un número creciente de viajeros desde el norte del país.

Así es que otros inversionistas relevantes, como José Eduvigildo Carranza, mejor conocido en Sinaloa como Leovi Carranza, principal productor de atún de América Latina, ya tiene un pie en el negocio turístico después de que adqurió el desarrollo Estrella Del Mar.

Mientras que Carlos Berdegué, presidente de El Cid, también está ampliando su oferta hotelera en la plaza y haciendo remodelaciones para mejorar su oferta en el Tianguis Turístico México que arranca el próximo 15 de abril en esa ciudad. Coppel también comenzó ya con el proyecto de Pueblo Bonito Centro Histórico, un hotel boutique de 50 habitaciones al que describe como un “quemador de puntos” para su negocio de tiempo compartido.

La remodelación del Centro Histórico, con una historia que data de mediados del siglo XIX, hoy está ofreciendo historia y cultura como complemento a la oferta tradicional de sol y playa.

Así es que también hay nuevos restaurantes y Coppel abrió la Casa 46, precisamente en un edificio que data de 1846 y que es uno de los más antiguos de este puerto.

Allí no compró, pero llegó a un acuerdo con la propietaria para invertirle dos millones de dólares a cambio de una renta a largo plazo en un edificio que, según sus palabras, “estaba en ruinas”.

Coppel confía en que la oferta de este tipo de establecimientos aumentará y lamenta que otros hoteles boutique, como Casa Lucila y The Jonathon, no hayan prosperado tanto en los años previos.

Y vienen otros proyectos de mayor envergadura, como un Sheraton, en los que participará Coppel con otros empresarios sinaloenses y una inversión prevista de entre 75 y 100 millones de dólares para 200 habitaciones.

Un establecimiento que estará en un inmueble cercano a su hotel de lujo, el Emerald Bay, al que espera construirle dos torres adicionales.

Sin olvidar el Parque Central, un proyecto urbano que incluye la construcción del que será el mayor acuario de América Latina, además de un museo y un área de recreación para los locales.

Mañana más información aquí sobre ese desarrollo, que en el tema turístico debe contribuir a aumentar el tiempo de ocupación promedio en esa plaza.

 

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