Abel Mejía Cosenza

Trump L’Oeil

Abel Mejía Cosenza

26 Ene, 2024

Trump reloaded

Pues sí, tristemente para todos aquellos que no queríamos ver una nueva presidencia del Sr. Trump, se nos van apagando las velitas y, al contrario, la cruda realidad se va imponiendo. Para quienes han seguido el proceso de la elección primaria en Estados Unidos, con la contundente victoria que obtuvo en días pasados en New Hampshire, es claro que Donald Trump ha asegurado la candidatura por ese partido. 

Ahora el enfoque debe ser a la batalla presidencial entre Joe Biden y Donald Trump.  Para aquellos que vitorean por el actual presidente, el horizonte no pinta nada fácil ni prometedor. Donald Trump lidera las encuestas en cinco de los seis estados llamados swing states, es decir aquellos donde ha habido cambios en la preferencia electoral y que generalmente son esenciales para que un candidato asegure los 270 votos del colegio electoral requeridos para ganar la presidencia de Estados Unidos. Así, en Nevada, Georgia, Arizona, Michigan y Pennsylvania, donde Biden ganó en las elecciones de 2020, ahora las tendencias favorecen a Donald Trump por márgenes importantes de entre 4 y 10%. Solamente en Wisconsin Joe Biden conserva su liderato, pero por un margen menor de dos por ciento.  

De mantenerse estas tendencias de aquí al 5 de Noviembre de 2024, el enfoque —al menos de los mexicanos— deberá ser ¿y que podemos esperar de una nueva presidencia de Trump? Aunque se ha hecho un análisis profundo en diferentes sectores de esta situación, en mi experiencia el mismo se ha enfocado en la presión que ejercerá el nuevo presidente sobre nuestro gobierno en materia de control de flujos migratorios y en combate a las organizaciones criminales que exportan drogas a EU. Por supuesto estos dos temas son muy importantes, pero creo que hace falta uno muy importante y que puede tener mayor impacto en los bolsillos de nuestros connacionales: una potencial revisión sustancial del T-MEC en 2026.

Lo que son las cosas... cuando se negoció el T-MEC aquí consideramos como una victoria importante el que no hubiera ningún proceso de revisión del tratado durante el periodo de la primera presidencia de Trump (2016-2020) ni durante una potencial segunda presidencia del mismo (que parecía ser 2020-2024), sino que la revisión se diera hasta 2026. Esto con el claro afán de no dejar la existencia de este vital tratado en manos de un presidente tan volátil. Desafortunadamente, parece que nadie presagió que la potencial segunda presidencia de Trump se daría con un diferimiento de cuatro años (evidentemente porque perdió las elecciones de 2020), y que entonces esta segunda revisión caería justo en medio de su segundo periodo, potencialmente más radical y más hostil.

Así, bajo la cláusula 34.7 del T-MEC, se establece que (i) el tratado tendrá una duración de 16 años (2020-2036), salvo que las partes acuerden extender su duración por otros 16 años al momento de tener una revisión tripartita del tratado en 2026 y (ii) que en dicho 2026 se tendrá una revisión sobre la operación del tratado. Es decir, si bien lo que se prevé en el T-MEC es una revisión, no hay una definición clara sobre el alcance de este concepto de revisión y no es irreal pensar que alguien como Donald Trump buscará explotar esta ambigüedad para generar incertidumbre y extraer nuevas concesiones a México. En este escenario, debemos aceptar que el horno no está para bollos ya que hay múltiples areas de contención bajo el tratado, mismas que seguro serán usadas como excusa para poner presión al gobierno mexicano.  Estas areas incluyen: (i) los reclamos de EU respecto de la política energética de la administración Lopez Obrador; (ii) la posición prohibitiva de México frente al maíz transgénico; (iii) la aplicación de las reglas de origen y sus requerimientos; y (iv) los reclamos de violaciones de derechos laborales en México. Sobra decir que la amenaza no es menor ya que el comercio de nuestro país con EU vale alrededor de 1.7 trillones de dólares y es esencial para nuestra economía. Nosotros lo sabemos, Trump lo sabe, vayamos preparándonos.

Pa’l gordito...  cuando anden en San Diego, hay que hacer parada en Born and Raised de Little Italy y dejarse consentir con un Rib Eye de 18 onzas (www.bornandraisedsteak.com). 

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