Adiós a la sal: OMS busca limitar el exceso de sodio en alimentos y bebidas

GINEBRA.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió nuevas pautas para limitar el exceso de sodio en alimentos y bebidas, esto debido a que la sal pone en riesgo la salud de las personas.

Se estima que 11 millones de fallecimientos en el mundo están asociadas a una deficiente dieta, 3 de millones son atribuibles a una alta ingesta de sodio, lo que provoca enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

La ingesta excesiva de sodio en la dieta aumenta la presión arterial y, en consecuencia, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares”, advirtió la OMS.

En muchos países ricos y en distintas naciones de bajos ingresos, el alto consumo de sal proviene de alimentos manufacturados, tales como pan, cereal, carnes procesadas y productos lácteos, incluido el queso.

El cloruro de sodio es el nombre químico de la sal y el sodio es un mineral que regula la cantidad de agua en el cuerpo.

El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, indicó que las autoridades deben de aplicar políticas estrictas para reducir la ingesta de sal. Además brindar información real a las personas para que puedan tomar decisiones alimenticias adecuadas.

Agregó que la industria de bebidas y alimentos también debe de razonar la problemática.

También necesitamos que la industria de alimentos y bebidas reduzca los niveles de sodio en los alimentos procesados”, dijo Tedros.

Por ejemplo, las papas fritas deben contener un máximo de 500 mg de sodio por porción de 100 gramos, el pan hasta 120 mg y las carnes procesadas hasta 360 mg, según los parámetros de referencia de la OMS.

Es importante mencionar que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo, al ser enfermedades no transmisibles. La ingesta alta de sodio se asocia a los problemas de obesidad, enfermedad renal crónica y cáncer gástrico, sostuvo.

La OMS recomienda a las personas consumir menos de 5 gramos de sal (o menos de 2 gramos de sodio) al día. El objetivo global es reducir 30 por ciento el consumo de sal en el mundo hacia el año 2025.