Científicos encuentran continente perdido hace 155 millones de años

Aunque suene difícil de creer, en un impresionante giro de eventos científicos encuentran un continente perdido hace 155 millones de años, ¿sabes de cuál se trata?

Y es que un geólogo de los Países Bajos y su equipo han resuelto un enigma geológico de la era de los dinosaurios. Han localizado Argoland, un continente que se creía perdido hace 155 millones de años. Este continente no se hundió en el olvido, sino que se fragmentó, dejando vestigios debajo del sudeste asiático actual.

¿Cómo fue el descubrimiento del continente perdido?

Este descubrimiento se apoya en señales ocultas en la geografía de la Tierra, gracias a los fósiles y montañas que sugieren una antigua unión con Australia.

La búsqueda se ha extendido por siete años, analizando minuciosamente cada pista en el océano. En lugar de buscar una masa terrestre compacta, el enfoque cambió hacia la identificación de un archipiélago esparcido.

Fue así como llego el descubrimiento, en las profundidades marinas al oeste de Australia se encuentra una inmensa cavidad, el vacío dejado por Argoland. Con tecnología de modelado computacional, los investigadores rastrearon el posible camino de estos restos continentales hasta las islas del sudeste asiático. Allí, descubrieron fragmentos de tierra, rodeados por antiguas placas oceánicas, que encajan con la parte perdida de Australia.

El reto de ubicar a Argoland se vio exacerbado por la densidad de las cortezas oceánica y continental, que mantuvo los fragmentos apenas por debajo de la superficie marina, invisibles a los ojos de la búsqueda convencional.

Este hallazgo no solo cierra un capítulo en la historia geológica, sino que también ilumina sobre la misteriosa línea de Wallace en Indonesia, que separa dos mundos de fauna distinta.

Es posible que la fauna única del este de Indonesia haya llegado flotando sobre trozos de Argoland, uniendo así dos rompecabezas de la naturaleza. Este logro es un testimonio de la determinación y la innovación, una verdadera odisea moderna en la ciencia de la Tierra.