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Apenas iniciado el 2024, el Sistema Cutzamala enfrenta una situación crítica y distintos analistas han hablado de una problemática que se agudizará durante este año.
Después de enfrentar cuatro años de estrés hídrico, agravado por la escasez de lluvias en la temporada pasada, se aplicó una nueva reducción en el suministro de agua a la Ciudad de México (CDMX) a partir del 12 de enero.
El Jefe de Gobierno, Martí Batres, anunció que se dejaron de incorporar 800 litros de agua por segundo a la red de abastecimiento.
Esta disminución en el suministro ha llevado a que la cantidad de agua disponible sea incluso ligeramente menor que la entregada a la ciudad durante la temporada de sequía del año 2023.
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En noviembre pasado, el Sistema Cutzamala implementó una reducción en el caudal entregado a la Ciudad de México, disminuyendo de 13.2 metros cúbicos por segundo (m³/s) a 12.2 m³/s.
Esta medida afectó a 12 alcaldías, principalmente en las zonas sur y poniente de la Ciudad. Además, se ha desarrollado un plan de "acciones, inversiones y actividades" destinado a reducir los informes de escasez de agua.
Martí Batres mencionó que esto se ha logrado mediante una gestión eficiente de la red de distribución y una atención rápida a los ciudadanos.
El objetivo principal es asegurar el suministro completo de agua a través de la red, y para este año, se ha destinado una inversión de 319 millones de pesos para la mejora de la infraestructura hidráulica.
La crisis hídrica se caracteriza por la escasez de agua dulce en una región o país. Uno de los principales factores que contribuyen a esta problemática es el cambio climático.
El aumento de las temperaturas globales alteran los ciclos naturales del agua, esto provoca sequías más prolongadas. Esto afecta la disponibilidad de agua dulce y agrava la crisis.
Además, el crecimiento de la población y la expansión económica han aumentado la demanda de agua en sectores como la agricultura, la industria y el consumo humano.
La contaminación del agua es otro factor. La liberación de desechos industriales y productos químicos tóxicos en los cuerpos de agua ha afectado la calidad del agua, haciéndola peligrosa para el consumo humano.
En el caso de la Ciudad de México es un problema grave y en constante crecimiento que ha afectado a esta megalópolis durante décadas.
Este 2024, la Ciudad de México enfrenta una serie de desafíos relacionados con el abastecimiento, distribución y gestión del agua debido a su gran población y su ubicación geográfica en una cuenca hidrográfica vulnerable.
