A falta de "SEP" padres de familia construyen su propia escuela en Chiapas

En un acto emblemático de resiliencia comunitaria, los padres de familia del municipio de Berriozábal, Chiapas, han asumido un rol extraordinario frente a la falta de acción gubernamental: han construido con sus propias manos una escuela para asegurar la educación de sus hijos.

Este centro educativo, ubicado en el fraccionamiento Ciudad Maya, destaca no solo por su estructura física, creada a base de esfuerzo colectivo, sino también por el desafío que representa para los convencionalismos sobre la provisión de educación pública.

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La realidad de una escuela sin recursos

A pesar de estar situada en una colonia con acceso a todos los servicios municipales, la Primaria Carmen Serdán ha sido marginada de apoyos gubernamentales desde su fundación hace siete años.

La principal barrera ha sido la falta de escrituras del terreno donado por la constructora del fraccionamiento, una condición que las autoridades han señalado como impedimento para asignar recursos oficiales para su mejora.

Mónica Chávez, una madre involucrada en el proyecto, expresa la simple petición de la comunidad: una escuela digna para sus hijos.

Las condiciones actuales del plantel son lejos de ideales. Construida principalmente de madera y bloque, la estructura plantea riesgos significativos, incluyendo el peligro de incendio.

Aun así, la comunidad escolar permanece inquebrantable, con estudiantes como Roberto Jiménez mostrando un espíritu indomable frente a las adversidades, enfocado en el valor de la educación para su futuro.

Desafíos climáticos y de infraestructura

La falta de infraestructura adecuada se hace más evidente con las extremas condiciones climáticas que enfrentan.

Las altas temperaturas, que pueden alcanzar los 40 grados Celsius, junto con la exposición al sol, el polvo y la tierra, no solo dificultan las actividades educativas, sino que también representan un riesgo para la salud de los estudiantes.

Arely Ramírez, profesora de Educación Física, destaca los desafíos adicionales que esto representa, desde deshidratación hasta enfermedades respiratorias.

Un camino hacia la mejora

A pesar de contar con el reconocimiento oficial por parte de la Secretaría de Educación Federal y tener profesores de base, la escuela depende de la iniciativa de padres y maestros para su sustento y mejora.

Actualmente, la comunidad está organizando colectas para adquirir las escrituras necesarias, con la esperanza de que este paso burocrático finalmente abra las puertas a los tan necesitados recursos gubernamentales.