La dependencia energética de Europa se agudiza con la guerra

La dependencia de las importaciones energéticas en el continente europeo no ha mostrado signos de transitar hacia una soberanía energética. El continente, adicto al uso del carbón, especialmente durante la temporada de inverno, se encuentra hoy sobre un terreno inexplorado: de nuevo la guerra arrecia y Rusia ha reducido el volumen de transferencia de gas a través de los ductos principales, el Nord Stream y Yamal-Europa. Los vientos de guerra han provocado una escasez de gas en Europa.

Esta materia prima, se presenta como una energía de transición entre las energías renovables (naturales) y los hidrocarburos sólidos. Sin embargo, hoy por hoy, este energético pertenece a competidores oportunistas como Rusia, China e India. Frente a este panorama, ¿podrá la Unión Europea alcanzar la soberanía energética?

A pesar de que las energías renovables representan el 22% de la energía producida en la Unión Europea, la guerra ha modificado los planes para acelerar el uso de esta fuente. Las importaciones de energía, tampoco han disminuido de forma generalizada en el continente. En promedio, el 57% del total de la energía consumida por los 27 miembros de la Unión Europea depende de las importaciones. Casos como el de Bélgica muestran una dependencia del exterior en un 78% de la energía consumida. Bulgaria, Croacia, muestran entre un 51% y 53% de dependencia externa. En Alemania, cerca del 60% de la energía consumida proviene del exterior. De los países más ricos del bloque, sólo Francia (44%) se encuentra por debajo de la media Europea en gran medida gracias a sus plantas de energía nuclear.

Gráfico: Dinero en Imagen

Los países que dominan el mercado de las exportaciones de los combustibles para los países europeos son Argelia, Noruega, y Rusia. El grado de dependencia entre uno y otro país depende en suma de la mezcla de energéticos que el país provea a su cliente. Por ejemplo, a través del ducto Yamal-Europe administrado por el gigante ruso Gazprom, que atraviesa Bielorrusia y Polonia para suministrar a Alemania, fluye entre el 60 y 65% del gas total utilizado durante un año por este país. En Ucrania, la red gasera sigue su flujo hacia los países del sur de Alemania, como Italia de la que depende el 40% del suministro del gas utilizado. En el caso de Francia y España, sus principales proveedores provienen del Norte de África, siendo la participación Rusa en su mercado de energéticos de apenas 17 y 10.5% respectivamente.

Imagen: Cinco Días

Los proyectos para la descarbonización de gigantes como China o India, han provocado una fuerte subida de los precios desde el verano de 2021. Sin embargo, durante el invierno Rusia disminuyó en un 25% el flujo del energético en vísperas de la escalada militar que hoy se desarrolla.

Con información de Eurostats

oms