La violencia cuesta más a México

CIUDAD DE MÉXICO.

El costo de la violencia interpersonal que sufre la población mexicana, es decir el ocasionado tanto por la delincuencia organizada como por la no organizada, se incrementó 51.4% en los últimos cincos años.

Así lo afirmó en entrevista con Excélsior Carlos Juárez, director en México del Instituto para la Economía y la Paz, al citar el más reciente reporte del Índice de Paz México elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, el cual da una dimensión del costo de los daños a las personas por causa de la violencia que sufre la población, entre los que se incluyen los de gran impacto mediático como el reciente asesinato de un juez federal en Colima y el ataque al secretario de Seguridad en la Ciudad de México, ambos por parte del crimen organizado.

El estudio resalta que, en la violencia interpersonal, el monto pasó de 2.4 a 3.6 billones de pesos entre 2014 y 2019 a precios constantes, con lo cual se elevó de 10.7 a 15.2 por ciento del Producto Interno Bruto.

Destaca que el mayor peso para este costo lo representan los homicidios, que con 2.19 billones de pesos, representa casi el 60% de los costos directos por la violencia que se vive en el país, a la vez que ha tenido un crecimiento de 87.7% real en el periodo de referencia.

Le siguen los delitos con violencia que incluyen robo, asalto y violencia sexual, con 1.4 billones de pesos, que representan 39% del total y aumentó 18.4% acumulado entre 2014 y 2019.

En menor medida aparecen el costo de vivir con miedo, con 33.1 mil millones de pesos, y el costo de la delincuencia organizada, con 17.6 mil millones de pesos.  El primero se redujo 2.9% entre 2014 y 2019, y el segundo se elevó 18.4% en el periodo.

LOS CÁLCULOS

Carlos Juárez explicó que el costo de la violencia está basado no sólo en los efectos directos de las pérdidas materiales que dejan los homicidios y los delitos, sino también los efectos indirectos, como la valoración económica de temas tan complejos como los asesinatos y el miedo.

Nos basamos en metodologías internacionales desarrolladas por prestigiosos académicos, quienes han propuesto formas de medir el costo económico de estos temas. Luego esas metodologías, que generalmente se dan para otros países y en dólares, las aplicamos para México, pasando los valores a pesos y utilizando datos locales como el salario mínimo”, comentó Juárez.

El especialista dijo que para medir los costos indirectos de los homicidios, robos e incluso del miedo, tiene en cuenta un factor llamado “efecto multiplicador”, que para los homicidios, por ejemplo, consiste en “el valor económico de todo lo que ya no se va a generar con esa persona viva, tales como la inversión para poner un negocio, su ingreso, todo lo que va a dejar de consumir en su vida. Es decir, toda la derrama que habría tenido su vida productiva y que ya no se va a generar”.

DELINCUENCIA ORGANIZADA

Sobre el tema de la delincuencia organizada, tema que afectó recientemente a al país, Carlos Juárez explicó que los resultados del Índice de Paz México rompe el mito de que ésta afecta más a las regiones más pobres, pues el crimen organizado necesita de ciertas condiciones para asentarse en un territorio

Un cartel necesita infraestructura carretera para desplazarse, un puerto para recibir lo que se les envía, legal o ilegal, mercados para el narcomenudeo, necesitan lavar dinero desde el lugar en que operan, y entonces necesitas cierto desarrollo económico, por lo que no necesariamente se asientan en los lugares más pobres”.

Explicó que ha habido regiones turísticas como Acapulco, que han tenido un boom económico, pero como éste no vino acompañada de una mayor eficiencia gubernamental en el combate al crimen, el municipio sufrió porque fue “una invitación a que se capturaran los recursos económicos y dio vía libre a muchas actividades delictivas”.

PAZ POSITIVA

Finalmente, Carlos Juárez explicó que pacificar el país implica atender los siete pilares que proponen en su estudio, llamado Paz Positiva, que son temas estructurales como buen gobierno, distribución equitativa de recursos, libre flujo de información, buenas relaciones entre vecinos, altos niveles de capital humano, aceptación del derecho de los demás, bajos niveles de corrupción y entorno empresarial sólido.

Estos son los elementos que realmente hacen resilientes a un país, no sólo ante la violencia, sino también ante contingencias como las de la pandemia. Ésta nos agarró corruptos, gordos, diabéticos, desconfiados, con un sistema de salud desigual, con mucha informalidad e impunidad. Resolver esto reducirá de manera estructural la violencia”, dijo.

BAJA EL GASTO PÚBLICO EN SEGURIDAD

El gasto del sector público en seguridad interna, sistema judicial y encarcelamiento, y militar se redujo 3.7% entre 2014 y 2019, al pasar de 576.4 a 554.9 mil millones de pesos, según resultados del Índice de Paz México del Instituto para la Economía y la Paz.

Carlos Juárez, director general del organismo, explicó que el más castigado ha sido el gasto en seguridad interna y justicia, con 10.7%, lo cual no tiene sentido con una violencia aumentando y una impunidad por las nubes.

México gasta 0.7% del PIB en seguridad, mientras que el promedio de la OCDE gasta más del doble (1.67%), e incluso Latinoamérica gasta también más, con 1.5%”, comentó Juárez.

Expresó que el país requiere gastar más en seguridad y justicia, puesto que tiene muchos rezagos. “Por ejemplo, el país apenas cuenta con 4 jueces por cada 100 mil habitantes cuando en el mundo de 16 jueces. Con un 97% de impunidad, no podemos permitirnos tener tan pocos jueces”.

Por eso, Juárez dijo que es prioridad nacional fortalecer el modelo de trabajo del sistema policial y de justicia.

Hay que enfatizar el gasto en capacidades del sistema judicial, capacitación de los policías, de los jueces, la disponibilidad de infraestructura física y tecnológica que se ha rezagado. Hay que ir a los ministerios públicos y ver cómo trabajan, carpetas de investigación apiladas, gente con máquinas de escribir todavía, falta equipamiento de policías, no hay seguros de vida, jornadas de 24 a 48 horas. Es muy difícil dar resultados así, hay que revertir eso”.

AMU