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La pandemia provocó muchos cambios, entre ellos, pasar más tiempo en casa; clases y trabajo en línea son las constantes en la nueva normalidad, por su puesto, a la par las labores domésticas aumentaron.
Lo malo de que las labores en el hogar aumentaran es que las tareas no se repartieron de manera igual. Limpiar la casa, hacer el super, atender a los niños, etc., son actividades que la mayoría de mujeres y algunos hombres realizan sin paga.
Por su puesto, no recibir un pago por hacer las labores domésticas no significa que no tengan un valor económico.
Según cifras de la Cuenta Satélite de Trabajo No Remunerado de los Hogares en México, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2020, este trabajo alcanzó un valor equivalente a 27.6 por ciento del PIB nacional.
Es decir, si el mercado pagara las mujeres percibirían un ingreso mensual de 5 mil 761 pesos por las labores que realizan en casa, mientras que los hombres que hacen trabajo doméstico deberían recibir 2 mil 265 pesos al mes.
Cabe señalar que desde que inició la pandemia se evidenció la desigualdad laboral que ya existía desde antes. Las mujeres destinan 2.7 veces más tiempo en las labores del hogar.
Además, algunas mujeres económicamente activas tuvieron que dejar sus empleos o consiguieron trabajos de medio tiempo para poder dedicarle más tiempo a las labores del hogar.
De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo (ENUT), las mujeres dedican 37.9 horas a la semana en sus trabajos remunerados, pero también destinan 39.7 horas para las labores del hogar, una jornada que es mayor en comparación con su empleo con paga.
