Por qué se llama Monumento a la Revolución

CIUDAD DE MÉXICO.- Es uno de los emblemas más reconocibles de la Ciudad de México, además de haberse convertido en un espacio público para distintas actividades culturales, pero antes de ser un lugar de reunión y dispersión, fue un enorme proyecto de Porfirio Díaz que quedó inconcluso.

Fue en septiembre de 1910 cuando dio inicio la construcción de este lugar, que inicialmente se concibió como el Palacio Legislativo Federal.

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Más grande que el Capitolio de Washington

A finales del siglo XIX, el presidente Porfirio Díaz lanzó una convocatoria para que un mismo recinto albergara las cámaras de diputados y senadores, así como dependencias de gobierno. Finalmete, se eligió a Émile Bénard como encargado de edificar el basto proyecto: un recinto que tenía dimensionaes mayores a las del famoso Capitolio de Washington D.C.

Boceto de Émile Bénard

La obra de Émile Bénard apenas pudo ser iniciada, la estructura de acero tuvo que ser detenida por los recientes conflictos de lo que posteriormente se convertiría en la guerra de la Revolución Mexicana.

A pesar de los intentos del arquitecto francés Émile Bénard de continuar con la obra, no se pudo concretar, incluso las estructuras del Palacio empezaron a ser desmantelados. El Palacio tenía un futuro más bien destinado al olvido, en especial por llevar detrás de él la figura de Porfirio Díaz. Fue hasta que terminó el conflicto de la Revolución que se decidió hacer algo con la única estructura funcional que quedaba del proyecto original.

Lo que conocemos hoy del monumento es solamente la estructura central. El arquitecto Carlos Obregón Santacilia, que era vecino de aquel lugar, se ofreció para aprovechar la única parte del Palacio que podía “salvarse”, y empezó a trabajar en ella añadiendo un estilo Art Déco.

Para dejar atrás el legado de Porfirio Díaz, se decidió nombrar al renovado proyecto en memoria de los luchadores de la recién terminada Revoluciónde México. Desde entonces se conoció como Monumento a la Revolución.

Sin duda, es un lugar con mucha historia, incluso los restos del expresidente Lázaro Cárdenas han permanecido ahí desde su muerte en 1970, pero ahora está abierto al público y puede admirarse la Ciudad de México desde sus alturas, disfrutar de su museo, o bien, ser un punto de reunión para las personas.