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Elon Musk, conocido por sus innovaciones en el ámbito tecnológico, está en el centro de atención una vez más, pero esta vez no se trata de cohetes espaciales ni de vehículos eléctricos.
Su empresa Neuralink ha dado un paso importante en el campo de la interfaz cerebro-computadora al instalar un implante cerebral en su primer paciente humano.
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La tecnología de Neuralink se basa en un implante cerebral denominado "Link".
Este implante tiene la apariencia de cinco monedas apiladas juntas y se introduce en el cerebro mediante una cirugía invasiva que es llevada a cabo por neurocirujanos con la ayuda de la robótica.
El chip contiene múltiples cables aislados que están conectados a electrodos utilizados en el procedimiento.
El objetivo principal de este chip es permitir a las personas controlar dispositivos electrónicos, como teléfonos y computadoras, utilizando únicamente el pensamiento cognitivo.
— Tansu Yegen (@TansuYegen) January 30, 2024
Esta innovación es especialmente prometedora para personas con discapacidades en las extremidades u otros desafíos paralíticos, ya que podría brindarles una mayor independencia y capacidad de comunicación.
A pesar de las promesas de avance, la tecnología de Neuralink no está exenta de desafíos y preocupaciones.
Uno de los principales temores gira en torno a la manipulación de la actividad cerebral y los posibles daños neurológicos que podrían surgir a través de esta interfaz cerebral directa.
Además, existen preocupaciones sobre la privacidad, ya que el acceso directo al cerebro podría plantear riesgos significativos en términos de seguridad de datos cerebrales y posibles hackeos.
Elon Musk no se conforma solo con la idea de restaurar funciones perdidas.
Su visión para Neuralink va mucho más allá y abarca la idea de fusionar la mente humana con la tecnología. Musk sugiere que esta interfaz cerebral podría utilizarse para mejorar la comunicación con las computadoras y otras personas que también tengan interfaces cerebrales, así como para expandir la capacidad de la memoria o incluso para percibir el mundo con una claridad y detalle sin precedentes.
En última instancia, Musk y otros defensores de esta tecnología argumentan que los implantes cerebrales serán esenciales para que los humanos sigan siendo relevantes en una era de inteligencia artificial cada vez más avanzada.
Sin embargo, los críticos advierten sobre cuestiones éticas relacionadas con la mejora de personas sanas y plantean preocupaciones sobre la privacidad mental y la seguridad de los datos cerebrales.
Neuralink ha obtenido la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para llevar a cabo ensayos en humanos.
El estudio Prime, que significa "Interfaz cerebro-computadora implantada robóticamente de precisión", tiene como objetivo evaluar la seguridad y la funcionalidad inicial del chip cerebral de Neuralink en pacientes con cuadriplejia.
Este estudio se espera que dure aproximadamente seis años y también evaluará la seguridad del robot quirúrgico de Neuralink, que será responsable de implantar "hilos ultrafinos y flexibles en una región del cerebro que controla la intención del movimiento".
Sin embargo, Neuralink no es la única empresa que busca desarrollar implantes cerebrales.
Otras compañías como Blackrock Neurotech y Synchron también están realizando pruebas en humanos para productos de interfaz cerebro-computadora.
Algunas de estas tecnologías ya se utilizan para tratar afecciones como la enfermedad de Parkinson.
Es importante mencionar que la investigación en este campo es amplia y variada, y Neuralink no es necesariamente la empresa más avanzada en este sentido.
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