¿Qué es el derecho humano a la vivienda?

El derecho humano a la vivienda es una parte esencial de los derechos humanos reconocidos internacionalmente. La vivienda es un derecho que no se cumple de manera equitativa en todo el mundo. A continuación, te decimos en qué consiste y qué es el derecho humano a la vivienda.

¿Qué es el derecho humano a la vivienda?

El derecho humano a la vivienda es el derecho de todas las personas a vivir en un lugar seguro, adecuado, digno y asequible que proporcione refugio, privacidad, seguridad y comodidad. Este derecho incluye no solo el acceso físico a una vivienda, sino también la garantía de que esa vivienda esté libre de discriminación y sea sostenible desde el punto de vista social y ambiental.

¿Qué características debe tener una vivienda?

La vivienda adecuada debe cumplir una serie de estándares, que incluyen:

Seguridad legal: Todos deben tener acceso a una vivienda sin temor a desalojo o pérdida arbitraria de la misma.
Asequibilidad: La vivienda debe ser asequible para todas las personas, lo que significa que no debe exceder un porcentaje razonable de los ingresos familiares.
Adecuación: La vivienda debe ser adecuada para las necesidades de las personas y sus familias, teniendo en cuenta factores como el tamaño, la ubicación y las instalaciones.
Disponibilidad de servicios básicos: La vivienda debe estar equipada con servicios básicos como agua potable, saneamiento, electricidad y acceso a servicios de atención médica y educación.

¿Cómo considera la ONU el derecho humano a la vivienda?

El derecho humano a la vivienda se basa en una serie de tratados y declaraciones internacionales. La Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, adoptada en 1948, establece en su artículo 25 que "toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios".

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), adoptado en 1966, reconoce explícitamente el derecho de todas las personas a un nivel de vida adecuado, incluida la vivienda.

El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas ha proporcionado orientación adicional sobre el alcance y la aplicación de este derecho.

¿Por qué es relevante el derecho humano a la vivienda?

En la actualidad, el derecho humano a la vivienda se encuentra en el centro de numerosos desafíos y debates en todo el mundo. A medida que la población mundial crece y las ciudades se expanden, la necesidad de viviendas adecuadas se vuelve aún más apremiante. Sin embargo, muchas personas enfrentan dificultades para acceder a una vivienda digna y asequible.

Uno de los problemas más acuciantes es la falta de vivienda. En muchas ciudades, las personas sin hogar luchan por encontrar refugio y se ven obligadas a vivir en la calle o en condiciones precarias. Esta situación es particularmente preocupante en los países con altos niveles de desigualdad económica.

Además, la gentrificación, el desplazamiento forzado y la discriminación en la vivienda siguen siendo problemas significativos en muchas regiones. Las personas y las comunidades marginadas a menudo enfrentan dificultades para acceder a viviendas adecuadas y asequibles debido a factores como la discriminación racial, de género u orientación sexual.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada vez se considera a la vivienda como una mercancía, en lugar de un derecho humano. El derecho internacional señala que la vivienda adecuada debe involucrar la seguridad de tenencia, sin la amenaza de desalojo o expulsión del hogar o la tierra.

Cifras de la ONU revelan que más de 1,800 millones de personas viven en asentamientos informales o en viviendas inadecuadas, que destacan por la falta de servicios como agua, saneamiento o electricidad, aunque en algunos casos, se vive bajo la amenaza de desplazamiento forzoso.

¿Qué desafíos enfrenta el acceso a la vivienda?

A pesar de los avances en la protección del derecho humano a la vivienda, persisten numerosos desafíos en su garantía plena. Algunos de los desafíos más destacados incluyen:

Desigualdad económica: La creciente desigualdad económica puede dificultar que muchas personas accedan a viviendas adecuadas y asequibles.
Especulación inmobiliaria: En muchas ciudades, la especulación inmobiliaria ha llevado a un aumento en los precios de la vivienda, lo que hace que las viviendas sean inaccesibles para muchas personas.
Desplazamiento forzado: Las comunidades suelen ser desplazadas de sus hogares debido a proyectos de desarrollo, conflictos o presiones económicas.
Falta de vivienda: La falta de vivienda es una preocupación global, y las soluciones a menudo son insuficientes o inadecuadas.
Discriminación en la vivienda: La discriminación en la vivienda basada en la raza, el género, la orientación sexual u otros factores sigue siendo un problema grave en muchos lugares.
Acceso a servicios básicos: En algunas áreas, la falta de acceso a servicios básicos como el agua potable y el saneamiento hace que las viviendas sean inhabilitables.
Desafíos ambientales: La vivienda sostenible y respetuosa con el medio ambiente es un desafío en un mundo que enfrenta problemas como el cambio climático y la escasez de recursos.