Después de más de medio siglo sin recibir ajustes, el Senado mexicano ha dado un paso significativo al renovar y ampliar la tabla de enfermedades laborales.
Con un contundente respaldo de 105 votos a favor, esta actualización fue canalizada al Ejecutivo Federal tras ser avalada por el Congreso de la Unión.
La esencia de esta modificación radica en brindar un refuerzo integral a la tutela de la salud de los trabajadores, en particular ante los riesgos inherentes a sus labores cotidianas.
Enfermedades Agregadas al Registro Laboral
En respuesta a las dinámicas cambiantes del mundo laboral y a la evolución en la comprensión médica, la reciente reforma ha incorporado una variedad de enfermedades y trastornos.
Entre las más notables se encuentran:
- La COVID-19, reflejo de la crisis sanitaria global.
- Afecciones mentales relacionadas con el trabajo, incluyendo trastornos de ansiedad y depresivos, y aquellos derivados de altos niveles de estrés.
- Enfermedades específicas de la mujer, como endometriosis y complicaciones relacionadas con el aborto.
- Patologías respiratorias ocasionadas por la inhalación de sustancias nocivas.
Mientras que anteriormente la Ley Federal del Trabajo reconocía solamente 61 enfermedades laborales y 409 tipos de incapacidades permanentes, con la promulgación de esta reforma, el panorama cambiará drásticamente, reconociendo ahora 194 enfermedades y un total de 524 incapacidades.
Una Visión de Continua Actualización
Una de las características más destacadas de esta reforma es su compromiso con la adaptabilidad. Para estar en sintonía con los avances médicos y las transformaciones en el ámbito laboral, se ha establecido que las tablas de enfermedades y el Catálogo de Valuación de las Enfermedades de Trabajo serán objeto de revisión cada cinco años.
No obstante, si las circunstancias lo ameritan, basadas en investigaciones o nuevos estudios, esta revisión podría adelantarse.
El Senado ha enfatizado que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social tiene la responsabilidad de estar al tanto de los progresos en la medicina laboral y, para ello, deberá contar con el apoyo de expertos técnicos y médicos en el área.
Este enfoque dinámico asegura que las necesidades y bienestar de los trabajadores estén en el centro de las políticas laborales, ajustándose a los desafíos emergentes de la sociedad moderna.