AFAC: ¿la piedrita en el zapato?

En los últimos 15 años, 14 aerolíneas han sido dejadas en el camino por una intensa competencia, pero también por la falta de una política de aviación comercial, clara, definida, de largo alcance. La última aerolínea en dejar de volar fue Interjet, y se comenta —como hace dos sexenios— que las deudas fiscales y privadas alcanzadas por Aeromar, la podrían dejar en tierra en este mismo año.

Me imagino qué hubiera pasado si Aeroméxico en lugar de haberse reestructurado con el Chapter 11, la hubiesen rescatado. Sin duda le habría salido en 12 mil millones de dólares al gobierno —por estimar lo menos— en lugar de los 6,000 mil millones que inyectaron Delta, accionistas mexicanos y fondos financieros.

En todos los casos, de esas 14 aerolíneas, un actor ha sido clave, antes le llamaban Dirección General de Aviación Civil y, luego le dotaron de autonomía y la convirtieron en AFAC.

Pues le cuento que algo ha sucedido de febrero para acá. Le pongo el caso del AICM. La llegada de Rogelio Jiménez Pons en sustitución de Carlos Morán a la Subsecretaría de Transporte en febrero de este año, sumada a la salida de Morán del AICM junto con Víctor Manuel Hernández del Seneam en junio, han tenido resultados positivos.

Sólo en términos de puntualidad, la dupla del vicealmirante Carlos Velázquez Tiscareño en el AICM y Ricardo Torres Muela en el Seneam, ha logrado que la principal terminal aérea eleve la puntualidad de salida de vuelos de 18-32 promedio al que cayó al finalizar junio, a 58-72 hacia finales de agosto. Las aerolíneas lo van sintiendo y lo reconocen,

En parte ha tenido que ver la decisión de reducir el número de vuelos que aterrizan y despegan del AICM en horas pico 15% y, la decisión de no forzar la llegada en la misma proporción a AIFA o Toluca, para que fueran las tres principales aerolíneas las que trasladen operaciones a las dos terminales, mientras ambas concluyen la infraestructura de acercamiento terrestre en el primer caso, y modernización de instalaciones aeroportuarias en el segundo.

Desde fuera, se advierte que el problema de operatividad y mejoramiento de conectividad aún está ligado al retraso para que la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), pese a que su director, el general Carlos Rodríguez Munguía, ha tenido dos auditorías realizadas por el equipo de la FAA a su capacidad para supervisar la aviación civil del país, ocasiones en que no ha pasado el examen.

A finales de noviembre de 2020, Rodrigo Vásquez Colmenares dejó la AFAC, fue el primer director del organismo de supervisión aérea de la Administración y, para ese entonces, se tenía programada la auditoría decenal de la FAA/OACI para verificar el cumplimiento de la entidad en materia de supervisión de la seguridad aérea en México a partir de febrero.

Desde su llegada se han realizado 16 reemplazos en direcciones clave, se reformó La ley de Aviación Civil y todos los reglamentos de aviación, aumentó el presupuesto de la agencia, En fin, cada auditoría queda coja y no es una trampa del liberalismo estadunidense como le han dicho al presidente López Obrador.

La primera auditoría se produjo cuando llegaba un general que desconocía el procedimiento de supervisión, pasó un año y la segunda auditoría y más cambios en su equipo y no se superó la Categoría 2 y, en el camino que vamos, pasarán probablemente 2años para lograrlo. El más perjudicado de este largo desatino ha sido el mercado aéreo, comenzando por los usuarios del transporte y, de paso el AIFA.

Se comenta que el general ha sido reacio a trabajar en equipo y que sólo atiende a las instrucciones del general Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa; sin embargo, el más interesado en que el AIFA tome mayor impulso es justamente el secretario, pues, en 2023, el AIFA no tendrá el presupuesto que acumuló hasta abril de este año.

Por eso dicen que ojalá el general secretario le ponga una alerta de reacción rápida al general Rodríguez, para que todo el equipo del Presidente y operativo de las líneas aéreas — que le respetan el espacio solicitado por él— pueda apoyarle en favor de la aviación civil de México.