Agustín Carstens muy respetado y siempre respetuoso

Los bancos centrales tienen que seguir apuntando sus baterías a reducir la inflación, un fenómeno que de no combatirse de forma decidida puede anclarse en las economías. Es difícil la tarea, porque no es fácil explicar por qué se tienen que subir las tasas cuando la economía crece menos para evitar un impacto duradero en la economía.

Esto afirma Agustín Carstens, director general del BIS y el economista mexicano más influyente en el sistema financiero mundial. Un desayuno mexicano, que subraya su pasión por nuestro país, días después de que el jurado del Premio Rey de España anunciara que este año había sido él el mejor economista del mundo, 30 años después de que Miguel Mancera lo recibiera, pero con una diferencia que él no publicita y es su capacidad de construir consensos de acción para enfrentar crisis y permanentes desafíos entre países avanzados y emergentes durante las últimas tres décadas. Y habló del desafío de hoy: no ceder en el combate a la inflación, porque la comunidad de bancos centrales ha logrado ejecutar un proceso coordinado de restricción monetaria, lo que ha permitido contener el desorden en los mercados financieros. Reconoce que la reacción de los bancos centrales es similar en todas partes, con excepción de Europa que tiene algún rezago en el ajuste. 

Siempre queda la tentación de preguntar sobre la actuación de Banxico y, respetuoso no puntualiza, pero no duda en considerarla oportuna, eficiente y suficiente, y afirma que la gobernadora Victoria Rodríguez es “muy buena”, tan buena como quien le sucedió en el cargo y como los otros banqueros centrales que ha tenido el banco. “Cada uno tiene su estilo”, pero la conducción es impecable.

Carstens vino a México para celebrar el 20 aniversario del establecimiento de la oficina del BIS de las Américas, sede que albergó un encuentro de economistas y banqueros centrales, y no duda al señalar que a México también le ha beneficiado la decisión del gobierno de México de mantener un marco fiscal sólido y estable al no haber usado apoyos fiscales para contener la caída económica pospandemia. Está convencido de que la Fed podría aminorar el ritmo de incremento en la tasa de interés, pero lo más importante es que el FOMC ha decidido actuar con contundencia para no admitir un proceso de inflación del que aún no se advierte el fin.

Resume: la política tendrá que ser restrictiva por el tiempo que sea necesario y se advierte que en 2023 se deberá comenzar a advertir que la inflación cede de manera consistente hasta retomar objetivo en 2024. Son tiempos inéditos y como tal, la reacción de países avanzados ha permitido cierto margen de maniobra entre países emergentes que han actuado de forma coordinada. Eso ha evitado el fenómeno previo de que, ante la subida de tasas, particularmente en Estados Unidos, los capitales se relocalizaran, y ha permitido que países como Brasil, Perú o México, no hayan experimentado en esta coyuntura una devaluación, sino que se hayan mantenido relativamente estables frente al dólar, por lo que el diferencial de 600 puntos base entre la tasa de referencia de México y la de la Fed, es necesaria mientras dure el proceso de ajuste global.

DE FONDOS A FONDO

#Weforum… Gran noticia. Alejandro Díaz de León, director Corporativo de Grupo BAL, acaba de ser nombrado miembro del Consejo Asesor de la Iniciativa de Gobernanza Climática del Foro Económico Mundial, principal instrumento de movilización del sector privado para acelerar el proceso de eliminación de gases de efecto invernadero y hacer realidad el compromiso Net Zero. Díaz de León forma parte de los siete personajes que fueron recibidos en este importante consejo internacional y que estará conformado por: Alejandro Díaz de León, Grupo BAL; Laura May-Lung Cha, presidenta de Bolsas y Compensación de Hong Kong; Ángeles García-Poveda, presidenta de la Junta Legrand; Mauro F. Guillén, decano de Estudios Gerenciales del Cambridge Judge Business School; Sheila Murray, directora y presidenta de la Junta Teck; Feike Sijbesma, presidente honorario de DSM, y Sharon Thorne, presidenta de la Junta global de Deloitte.