Bancos sistémicos en México

La SHCP, de Rogelio Ramírez de la O, la que preside la Junta de Gobierno de la CNBV, no modificó ni los requerimientos ni los nombres de las seis instituciones financieras de importancia sistémica en México, que, por el suplemento de capital que se les exige, muestra el verdadero tamaño de cada una: BBVA, el número uno tiene una exigencia adicional de 1.50 sobre el 10 por ciento requerido como mínimo de capital contra activos en riesgo en México. Sobra decir que excede su capital, pues, al cierre de marzo, la institución, que encabeza Eduardo Osuna, registró 19.62 por ciento.

En segunda posición, con exigencia de capital adicional por 1.20 puntos porcentuales, se encuentran Santander, de Héctor Grisi y, Citibanamex, de Manuel Romo. Esto es muy relevante porque son la institución 2 y 3 del sistema bancario por el total de sus activos.

Aquí no cuenta cómo se sumen, sino qué les suman en el Banco de México, que gobierna Victoria Rodríguez, y activos que son independientes de los activos del grupo financiero donde la entidad bancaria se ancla. El primero cerró con 20.22% al cierre del 1T y el segundo, en 16.48 por ciento.

En cuarta posición se ubica Banorte Banco, institución que dirige Marcos Ramírez, y que tiene una exigencia de capital adicional de 0.90 de punto porcentual. Su Índice de Capitalización al cierre del primer trimestre fue de 25.34 por ciento. Elevado si considera que el uso del capital es clave de la rentabilidad, pero también si se está preparando para ir de compras, de cartera o de banco. Interesante, ¿no?

Finalmente, están Scotiabank, que dirige Adrián Otero, y HSBC, que encabeza Jorge Arce, a quienes se les pide 0.60 adicional al regulatorio y que, evidentemente, cumplen con 18.50% y 13.32% de ICAP.

Lo que contrasta con esto es que hay varios bancos que están en el mínimo regulatorio y en ocasiones buscando clientes. Bancrea, Dondé, Autofin y ABC son bancos que traen siempre un ruido de mercado que pesa en las mesas de fondeo.

Todos están en categoría uno de alerta temprana, pero cuando la mesa cuesta tanto por qué no seguir la regla de Basilea a la inversa, exigiendo la salida ordenada cuando el capital es insuficiente, no cuando se llevaron al baile a todos como en Famsa y Accendo. ¿Será que les falla el cálculo?

DE FONDO A FONDO

#Libertad. Como se lo adelante, la Sofipo, que lleva Silvia Lavalle, ha capitalizado a Libertad con cerca de 400 millones de pesos al cierre del 31 de mayo y en junio habrá una ronda más de aumento de capital tanto proveniente de accionistas anteriores como nuevos socios.

Por cierto, estos últimos no tienen apellidos rimbombantes ni de políticos, lo que da cuenta del cambio estructural en la gestión corporativa de la financiera popular.

Con el aumento acumulado en cuatro entregas, Libertad regresa sobradamente a la categoría 1 de NICAP, conforme a lo establecido por la CNBV, que preside Jesús de la Fuente, quien ha dedicado ojo puntual a este proceso de fortalecimiento financiero, atendiendo la instrucción del presidente López Obrador y el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, de preservar el patrimonio “de los ahorradores”, no de los accionistas, de ésta, que es una de las entidades financieras populares de mayor prestigio en México, pues en junio cumple 62 año de haberse constituido como Caja Libertad.

Lavalle ha dirigido una estrategia sustentada en la disciplina operativa en los últimos tres años, también en la vigilancia en la calidad de la cartera que ha tenido sus desafíos al eliminarse contratos de créditos con nomineras del Estado de México, que le siguen pesando a algunas entidades, una de ellas hoy suspendida en la BMV, y, sobre todo, en el compromiso de mejorar los servicios y rentabilidad de los ahorros de sus casi 2.5 millones de clientes.

Como es público, Libertad tiene casi el 40% de la captación de las Sofipos y varios bancos, incluyendo dos que están enfrentando un trago amargo de iliquidez, impactando positivamente en su recuperación.