Consumo de refresco, las cifras reales

Reconocer y hablar de desafíos es un paso importante para solucionarlos, porque la desinformación poco ayuda en ello y en esta administración, estigmatizar empresas de consumo se ha vuelto común. Éste es el caso del consumo de refrescos en México, que es alto, pero las cifras que se han filtrado desde la Subsecretaría de Salud para asegurar que el refresco contiene azúcar y la azúcar diabetes, corresponde a una inducción interesada por no decir perversa, pues implica no reconocer los múltiples factores, como la falta de espacios públicos para ejercitarse y la ausencia de bebederos de agua en las escuelas a pesar de que a los ciudadanos nos los han cobrado desde hace 21 años, no explican parte del problema de obesidad y diabetes.

Las historias subrayan que en Chiapas se consumen 2.5 o 4.5 litros por persona al día, o bien de 821.25 o hasta 1,642 litros de refresco por persona de forma anualizada, utilizando este dato como si representara el consumo nacional, a pesar de que no es exacto.

Consultando con los datos de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas A.C. (ANPRAC), dichas cifras carecen de sustento y lejos de ayudar, tergiversan una realidad que, efectivamente se debe abordar, partiendo de diagnósticos objetivos.

Si el nivel de consumo filtrado en versiones periodísticas fuera cierto, sería un fuerte porcentaje del gasto en hogares, y en la Encuesta de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH) del Inegi, los hogares chiapanecos se integran por 3.8 personas en promedio y gastan trimestralmente 19,452 pesos para cubrir sus necesidades de alimentación, vivienda, salud, educación, vestido y calzado, esparcimiento, etcétera.

Si cada chiapaneco consumiera, por lo menos, los 821.25 litros de refresco al año, implicaría un consumo anual de 3,120 litros por hogar, equivalente a 780 litros cada trimestre. A los precios de 2020, eso se traduciría en un gasto trimestral de 15,904 por hogar, es decir, más de 80% de su gasto total. ¿Ve por qué ni Rutilio Escandón, gobernador de Chiapas, se cree la exageración?

El dato cierto que aporta la ENIGH es que los hogares en esa entidad gastan 420 pesos al trimestre para adquirir bebidas (incluidas las alcohólicas), lo que les alcanzaría para comprar 1.8 litros de refresco por persona al mes. Muy lejos de las cantidades publicadas.

Resulta, pues, que las cifras que se están filtrando aparecieron en el portal de estadísticas Statista, el que reconoció que no cuenta con datos específicos de Chiapas.

Los refresqueros reconocen los retos asociados al alto consumo calórico de los mexicanos, pero subrayan que se trata de un problema multifactorial, donde el consumo de bebidas endulzadas representa menos de 10% de la ingesta calórica de los mexicanos.

Las refresqueras asociadas a ANPRAC han fortalecido su inversión en innovación y desarrollo, para modificar porciones y opciones con contenido calórico adecuadas a las necesidades y estilos de vida de los consumidores, y hoy más del 50% de su portafolio de productos está compuesto por bebidas sin calorías o bajas en calorías, pero hasta éstas se les estigmatiza con objetivos, generalmente, recaudatorios. Igual les quieren poner una especie de impuesto local en Chiapas, ¿será?

DE FONDOS A FONDO

#CambioClimático... Uno pensaría que la pandemia se llevó el gasto catastrófico de 2022, pero no. Fue el huracán Ian, que junto con otros fenómenos meteorológicos extremos como las tormentas invernales en Europa, las inundaciones en Australia y Sudáfrica, y las tormentas de granizo en Francia y EU han resultado en pérdidas aseguradas por catástrofes naturales estimadas de 115 mil millones de dólares este año hasta la fecha, de acuerdo con el Swiss Re Institute, cuyo jefe de investigación, Thierry Léger, presentará hoy su informe anual.

De hecho, los datos muestran que éste es el segundo año consecutivo en el que los daños asegurados estimados suman más de 100 mil millones de dólares, continuando la tendencia de un aumento anual medio del 5-7% durante la última década. La industria de seguros cubrió aproximadamente 45% de las pérdidas económicas este año, lo que indica una gran brecha de protección a nivel global.