¿Cuál rescate anunciado?

Me encanta cómo se echan porras en la Secretaría de Salud. El secretario Jorge Alcocer puso una lámina curiosísima que titula “Crónica de un rescate en el sector Salud”, en lugar de poner “Relato a modo de un autorrescate en el sector Salud”, lo que sería más objetivo y acucioso.

¿Cuándo fue?, justo el 31 de julio de 2020, si su memoria es correcta, cuando el secretario de Salud, Jorge Alcocer, suscribió el convenio con Grete Faremo, secretaria ejecutiva de la UNOPS, la misma oficina de Naciones Unidas a la que ayer el Presidente le espetó que no cumplió con lo prometido y además cobró 90 millones de dólares. ¿Quién la contrató? Además, el problema no fue de la UNOPS, pues siguen viendo la paja en el ojo ajeno.

Lo cierto es que califican como un “éxito” de 37 días una compra de los medicamentos para el Sector Público que, después de centralizarla con la Oficialía Mayor, se la dieron a la UNOPS, la enredaron en el Insabi, de Juan Ferrer, y, finalmente, se llevó a cabo a la antigüita; de forma consolidada.

¿Cómo lo hizo el subsecretario López-Gatell? Utilizando la experiencia de compras del IMSS, de Zoé Robledo, y coordinados por la pluma asignadora de Thalía Lagunas con todo el sector Salud. No se rescató a la UNOPS, que, como dijo el secretario Alcocer, no pudo hacer en seis meses y menos con la inoperancia que todavía tienen para distribuir. Mire, eso de que acabaron con la corrupción y se ahorraron 18 mil millones de pesos son puras cuentas alegres. Les falta ocho por ciento de los medicamentos de patentes y, más aún, hacer que el calendario para entregar el 80% de lo programado incluya el calendario de pagos y, al mismo tiempo, una adecuada ejecución del sistema de distribución, que sigue hecho bolas entre los segundos mandos del Insabi y de Birmex.

Si fueran honestos, expondrían que la UNOPS nunca tuvo la infraestructura para semejante reto, no se quiso tropicalizar (escuchar a la industria farmacéutica mexicana) y salieron muy desgastados. Lo importante es que ya se “rescató” el proceso y el abasto se aseguró y, si “el rescate” es aprendizaje, deberían facilitar la institucionalización del procedimiento de compra consolidada lanzando la convocatoria para 2022 en octubre, para que comience a surtirse al iniciar el año.

Lo más importante es lo que dijo el presidente López Obrador, que, como le dije antes, es quien les ordenó enmendar la plana y que este rescate sirva para que los medicamentos lleguen con eficiencia a la población.

Un dato interesante: de las distribuidoras de fármacos que quedaron excluidas con la etiqueta de no admitido por la 4T, una se lleva más de 2 mil millones de contrato (DISUR), y la consolidada, que se atribuía a Fármacos Especializados, pero en realidad los vendedores eran esos 10 laboratorios de BIG PHARMA y Fármacos hacía la última milla o el delivery.

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DE FONDOS A FONDO

#AEROMÉXICO... A un año del Chapter 11, la aerolínea que dirige Andrés Conesa publicó sus resultados al 2T/21 y, aunque los números no muestran la bonanza prepandemia, sí muestran una franca recuperación y esto es muy bueno por el momento en el que ha entrado la aerolínea para definir su valuación final y cómo quedará integrado su capital.

Por cierto, Aspa vendió, a Barclays PLC y en 268 millones de dólares, sus “compromisos de ahorro capitalizables” inscritos en el Chapter y lo hizo con un buen descuento.  Por ahí se menciona que fue equivalente a 3% de la nueva estructura de capital. Si es el caso, seguro sus acreedores, socios e inversionistas potenciales (Grupo Ad Hoc), más nacionales, podrían sustituir a Apollo Global Management, el financiador que aseguró la liquidez de Aeroméxico.

Hoy, de los 1,000 millones de dólares, tiene en caja 888 millones de dólares, y en el último trimestre subió 84 millones de dólares neto de efectivo. Aeroméxico tiene hoy 118 aviones, un incremento de 11.3%, y esto le ha permitido ampliar su capacidad en 9% respecto al año pasado, aunque todavía están 40 por ciento debajo de niveles de 2019.