Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

2 Jun, 2021

Dígito DN, ¿por qué no en México?

Una de las herramientas globales disponibles para países como el nuestro es la introducción del DUNS Number (DN), dígito que se le asigna a una empresa del mundo para informar sobre su operación legal, su comportamiento regulatorio, sus prácticas de mercado, información crediticia, cumplimiento fiscal y la acreditación clara de sus operaciones, contrapartes empresariales y financieras, en cualquier parte del mundo.

En Brasil, CIAL Dun&Bradstreet, que dirige Sergio Hernández, lo introdujo con el Ministerio de Economía para reforzar el sistema de centralización de compras del sector público y robustecer no sólo la información de cumplimiento normativo, anticorrupción, sino también sus prácticas de cumplimiento en entrega de contratos, histórico de pago de impuestos, etcétera.

CIAL D&B es una empresa afiliada al sistema de información crediticia empresarial Dun&Bradstreet, que tiene una de las bases de datos empresariales más robustas del mundo, con 420 millones de registros, y cuyas fuentes proceden tanto de instancias públicas como privadas, para responder de forma amplia a los requerimientos de investigación de sus clientes.

La asignación del DB Number a una empresa se da sólo después de que ha sido investigada, tanto en su operación y cumplimiento en un país como en los países donde operan cuando son multinacionales y, a diferencia de lo que sucede hoy en México, el SAT, de Raquel Buenrostro, por ejemplo, puede pedir información al IRS del comportamiento fiscal de una empresa mexicana o de una internacional que está operando en México, como Vitol, por ejemplo, y le hubiera ahorrado muchos dolores de cabeza si tuviera la obligación Pemex de consultar el DUNS Number y pedir la información antes de firmar un contrato. El RFC no significa nada de un país a otro, pero investigar inclusive su riesgo de incumplimiento es significativo.

Vea el caso de la FDA, de Estados Unidos. Para que un laboratorio foráneo exporte medicamentos o insumos médicos a EU, requiere tener un DN, pues, con ello, se aseguran de que su cadena de proveedores es lícita, cumple con la regulación de origen y global, y permite que sean investigados con un due diligence especial para asegurar que quienes entren en compras públicas no sean personas políticamente expuestas, que tienen una situación financiera y operativa adecuada para garantizar el contrato, que no tienen acusaciones de tráfico de influencias, que sus analíticas muestran un adecuado índice de riesgo crediticio o de impago.

El sistema comienza a ser introducido en Perú y lo interesante sería que la Secretaría de Economía, de Tatiana Clouthier (porque lleva el registro mercantil), la de la Función Pública, de Irma Eréndira Sandoval (que administra nuestro sistema anticorrupción y de compras públicas), el SAT o la UIF, de Santiago Nieto, puedan exigir un DN para calificar el sistema de proveedores del sector público, como se hace en el sector privado.

Hoy tienen en México más de 2,500 empresas afiliadas, pero qué tal si entraran las cerca de 800 mil registradas en el padrón del IMSS o en el nuevo registro de Servicios Especializados con provisión de nómina de la Secretaría del Trabajo, de Luisa María Alcalde. Éste no es un invento conservador, es una herramienta que, inclusive en el CCE, de Carlos Salazar, deberían impulsar para eliminar el sospechosismo y las acusaciones de corrupción y no cumplimiento fiscal o regulatorio de las empresas del sector privado. ¿Por qué no?

DE FONDOS A FONDO

#BancaMifel, de Daniel Becker, amplía sus canales de distribución de servicios financieros, sobre todo digitales, ampliando sus alianzas para facilitar acceso a ATM’s de otras redes bancarias. Ellos tienen unos 70 cajeros propios.

Con la incorporación de @banregio, @BanBajioMX y @BancoInbursa (que se suma a la previa con @BancoAzteca y @Scotiabank), sus clientes puedan consultar saldos y retiros en efectivo sin comisiones a través de una red que se amplía de 3,800 a 5,620 cajeros a nivel nacional.

#BBVA México, que dirige Eduardo Osuna, tendrá que redoblar el esfuerzo de comunicación one on one con sus clientes de banca patrimonial con cuentas en el BBVA USA porque, tras el cierre de la operación de venta de la filial a PNC, tendrán que encontrar una forma de seguir sirviendo con la personalización y cuidado como hasta ahora.

 

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