Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

13 Ago, 2021

El reto actual es ¡continuidad económica!

La secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, dejó claro que las empresas y sus trabajadores deberán darle continuidad a los protocolos de salud y sana distancia en adelante, porque “no se tiene previsto que los centros de trabajo vuelvan a cerrar de manera definitiva”.

Esta declaración es oportuna porque ante la llamada tercera ola de contagio de covid-19 y sus variantes, la incertidumbre de un nuevo cierre tiene impactados a muchos sectores que apenas comienzan a estabilizar pérdidas.

La economía, sin estímulos fiscales, pero con gran parte de la liquidez acumulada por la contracción del gasto del consumidor y de las empresas del año pasado, está encontrando fuelle para reimpulsar su crecimiento, pero sigue siendo desigual sectorial y regionalmente y hay muchos cuellos de botella productivos que se reflejan en inflación.

Ayer, el Banco de México, cuya Junta de Gobierno encabeza Alejandro Díaz de León, tomó la decisión (dividida) de aumentar en 25 puntos base la tasa de interés, a 4.50 por ciento. Lo interesante es que incorporó en su análisis de riesgos la posibilidad de un impacto negativo sobre el crecimiento para el resto del año, si persiste el aumento de contagios y, porque está presente, la posibilidad de que se reestablezca un mayor distanciamiento social.

A la mañanera y al secretario de Salud ya nadie les cree, pero en el sector privado a la Secretaría del Trabajo le creen, aunque no la quieren mucho por la eliminación del outsourcing y los cambios que en materia de reforma laboral cambiarán —y no por la gracia estadunidense— la estructura de los costos laborales para los empleadores formales en México y los ingresos estructurales de los trabajadores.

La reactivación económica sostenida y homogénea requiere de otras aperturas, particularmente las del sector servicios. La educativa es clave porque están paralizadas aún industrias como la papelera, calzado y vestido, alimenticia, transporte y movilidad urbana, que son altamente generadoras de empleo.

Y no dude que en la medida en que se regrese a clases también suban colegiaturas, servicios de transporte, uniformes y útiles escolares, comida en fondas y restaurantes, también la reapertura de cines, centros de diversión y espectáculos, hoteles, etc., continúen subiendo precios, porque se reactiva la demanda y esos sectores paralizados traen un rezago en la producción de bienes y en la oferta de servicios.

Eso es lo que implica expectativa. La trayectoria de inflación para los próximos ocho trimestres muestra que las presiones de precios y cuellos de botella en la producción no se resolverán el próximo mes ni el próximo año, sino que el proceso de desinflación podría tardar alrededor de 24 meses para tener niveles promedio de inflación general y subyacente de 3.0 por ciento.

La elevación de la tasa de interés no reducirá la inflación, pero sí apunta a un riesgo no sólo para actores privados, sino en particular para el gobierno del presidente López Obrador, si no hay una revisión clara de esos cuellos de botella, con acciones que los resuelvan, los mercados no se van a normalizar y los choques de oferta y demanda acabarán pesando.

El crecimiento sostenido de la economía y la estabilización de la inflación son bienes públicos que los políticos debieran tener en la primera mira, porque la pobreza se expande cuando la inflación esfuma el ingreso.

 

DE FONDOS A FONDO

#Empleo… Los empleos permanentes alcanzaron la cifra de 17 millones 775 mil 386 puestos de trabajo durante julio, la cifra más alta reportada por el IMSS desde que se tiene registro y significó un avance de 369 mil 704 empleos respecto a junio. La expansión no es la más alta ni rebasa los registros del instituto del 2017 y se explica menos por expansión productiva y más por cambios en las reglas de subcontratación, que tenían como límite para su ejecución en julio pasado. Con todo y prórroga el aumento de empleo se produjo por la modificación en la estructura del registro de empleo formal privado. ¡Tampoco campanas al vuelo!

 

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