Energía: no para la cacería

Difícilmente, el extitular de la CRE, Guillermo García Alcocer, pudiera pretender ocupar alguna posición del sector público en la actual administración o cualquier otra. Está dedicado a la academia desde que dejó la comisión, pero no deja de llamar la atención la injusticia cometida contra él justificada a partir de la “ideologización” de la política energética.

¿Si no estás conmigo estás en contra, y te persigo porque “firmaste en 2017 un permiso de comercialización de combustible a una empresa (Demarca), que es filial de Santa Fe Gas Natural, que dirige Santiago García Castellanos, quien es primo hermano de la esposa de García Alcocer”?

Este hecho fue “señalado” el 15 de febrero de 2019 en una mañanera por el presidente López Obrador, cuando el excomisionado presidente se opuso a seguir los dictados de la Secretaría de Energía, por ser contrarios a lo que marca la ley y la Constitución.

Tres días después, la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, presentó los supuestos argumentos del conflicto de interés y quedaron en eso, una denuncia pública, pero el expediente busco, rascó y no encontró más que el mismo hecho, que tiene un objetivo más de “mensaje” al sector privado energético, y que para el sector público energético observa en García Alcocer a un defensor de la política que han desmantelado a base de cambios regulatorios, acuerdos y actos de autoridad, no sustentados ni en la ley ni en la Constitución.

Es en lo que cree el Presidente y, lo que fielmente procesan sus ejecutores en CFE, Pemex y Sener, CRE, Conamer, Alsea, Cenace y Cenagas. El comunicado de SFP cita a la secretaria Sandoval señalando que “para la Función Pública es prioritaria la erradicación de los conflictos de interés, sobre todo, alrededor de la mal llamada Reforma Energética, que buscó que unos cuantos se llenaran los bolsillos desviando los recursos públicos”.

Abundó que, “en el periodo neoliberal, instituciones como la CRE fueron usadas para privatizar las industrias del sector y debilitar a las empresas públicas, lo que puso en riesgo la soberanía energética de la nación”. Y concluye sosteniendo que “durante el anterior régimen se intentó desaparecer Pemex y a la CFE, ante lo cual era prioritario avanzar en su rescate por su carácter estratégico para lograr el desarrollo sostenible y soberano de nuestro país”.

Luego entonces, ¡inhabilitemos a García Alcocer! y avancemos en el “desprestigio” del sector energético privado, pero lo que al pueblo o ciudadano importa es que la luz sigue siendo cara y paga más por la gasolina, lo que no necesariamente abona en favor del nacionalismo energético.

He seguido de cerca la trayectoria de la secretaria Sandoval, no dejo de reconocer que es una férrea defensora de la probidad y ética pública, no puedo cuestionar su ideología porque siempre la ha profesado y es válida, pero lo que vemos expresado en este acto de inhabilitación injusta es la intención pura de eliminar al mercado privado de energía. Los mercados energéticos más vibrantes son los que se han desarrollado mejor y cuentan con un Estado regulador fuerte, que exigen éxito empresarial, incluso a las empresas públicas.

*

DE FONDOS A FONDO

#Herrera se queda… ¿Usted cree que el Presidente necesita recaderos para pedirle a un secretario de Estado que le dé su renuncia? ¡Evidentemente, no! Nunca estará cómodo con su secretario de Hacienda, por la naturaleza misma del cargo, pero, en el caso de Arturo Herrera, lo más relevante es que no es un “secretario protagónico”, sino un secretario que le funciona al Presidente, aunque le incomode a otros, que usan recaderos para minarlo. No tiene intenciones políticas, no tiene intención de renunciar y no tiene intención de retomar su cargo en el Banco Mundial, mientras López Obrador le requiera en su gobierno y le puedo confirmar que habla con él todos los días y quisiera que Herrera fuera mago para que sacara recursos debajo de las piedras. Tabasco y Chiapas son prioridad, pero, con una economía debilitada, es difícil llenar la caja para estirar la cobija.