Equipo desintegrado aumenta déficit comercial

Al cierre del 2019, el déficit comercial de la industria química fue superior a 20 mil 300 millones de dólares, uno de los más elevados de México, resultado de la caída en el suministro de amoniaco, benceno, estireno, etileno, óxido de etileno, polietileno de alta y baja densidad, propano, propileno y tolueno, entre los más relevantes, reservados en producción y comercialización para el monopolio de Pemex, que dirige Octavio Romero. Pero éste no ata ni desata.

La industria química atrajo cerca de dos mil millones de dólares en los últimos cuatro años. Tiene, además, 15 mil millones de dólares en activos, impulsada por el crecimiento de la demanda y el consumo en México al doble del PIB y apalancados en la perspectiva de que tendrían suministro estable y confiable de Pemex de materias primas, incluyendo el gas natural como insumo y como energético. ¡Les falló, Pemex les falló!

Más de 40 cadenas de valor están rotas y 70% de la planta industrial está paralizada porque Pemex no produce ni entrega molécula suficiente. Ni la Sener, que encabeza Rocío Nahle, ni la CRE, de Adolfo Melchi, o Cenagas, de Elvira Daniel, se coordinan para traer y entregar molécula del mercado estadunidense para que se reactiven las cadenas productivas.

La secretaria Nahle se ha reunido con los integrantes de la Asociación Nacional de la Industria Química, que preside José María Bermúdez, para encontrar una solución a la problemática, que incluye la realización de 26 proyectos de infraestructura, con la colaboración requerida de Pemex para llevar el suministro de básicos a donde se requiere.

Entre los proyectos se encuentra la readecuación de tres obras en la terminal de Pajaritos, de Pemex, para que el sector privado traiga suficiente molécula, lo que requiere voluntad para que se usen esos activos que la empresa pública tiene abandonados. No implica privatizar.

El punto es que Sener está consciente del problema integral, pero el distanciamiento entre ella y el director de Pemex, quien sólo reconoce al presidente de la República como su único jefe, quien, además, no quiere “grillas”, provoca que la falta de coordinación replique en la misma ineficiencia productiva que se vivió con Fox, Calderón y Peña, la cual ha provocado una profunda desarticulación de las cadenas de valor de la industria química.

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DE FONDOS A FONDO

#Aeroméxico… La empresa que preside Javier Arrigunaga y dirige Andrés Conesa, como 90% de las empresas aéreas del mundo, está analizando opciones para evitar que el pago de sus deudas consuma su caja.

El viernes reconoció que está analizando alternativas de reestructuración y no negó la posibilidad de recurrir a Chapter 11, en Estados Unidos (muy distinto a Concurso Mercantil en México), lo que muestra que el objetivo es acompasar el pago de sus obligaciones (75% de su deuda está localizada en el pago de arrendamientos y en el acuerdo de sustitución de aeronaves con Boeing) a una recuperación lenta de la demanda de pasaje aéreo (las calificadoras estiman caída de ingresos por tráfico de pasajes y carga del 70% neto en 2020, 40% en 2021, 20% en 2022 y recuperación de volúmenes de tráfico y flujo a niveles del 2019 hasta el 2023).

Durante estos meses de pandemia, Aeroméxico alcanzó acuerdos con sus trabajadores, principales proveedores y acreedores para reducir en más del 50% el uso de su caja (flujo), pero le falta mejorar el proceso de pago y de sustitución de su flota.

El compromiso para asegurar la entrega de 70 aviones (predelivery payments) y la revisión del contrato con Embraer sólo puede resolverse ante un juez de reestructuras en Nueva York, no en México.

Por cierto, sus asesores para el filling no son White Case ni Citigroup y, si el Consejo decide ir por el Chapter 11 y la Asamblea lo aprueba, podría verse en México una alternativa real para las empresas aéreas, las cuales estaban acostumbradas a que los gobiernos les financiaran hasta su quiebra.