Financieras no bancarias: ¿desafío?

Las instituciones financieras no bancarias (IFNB) atraviesan un momento complejo, derivado del impacto ocasionado por Alpha Credit, Crédito Real y, más recientemente, por Unifin. Y es que las reacciones adversas para el sector no han parado. La más reciente fue la baja, al máximo umbral de Standard & Poor’s, de la calificación de las IFNB mexicanas, que cayó de BB a BB-. Esto abonó al deterioro en la reputación del sector al elevar la alerta para los inversionistas.

Según el Banco de México, que gobierna Victoria Rodríguez, el financiamiento de la banca comercial y de desarrollo colocado entre intermediarios no bancarios suma poco más de 100 mil millones de pesos, como un 6% del capital total de la banca y es un riesgo acotado para el sistema financiero; sin embargo, las financieras no bancarias son jugadores clave para la economía local.

Representan más del 7% de la cartera total de crédito del país y seis de cada diez pymes obtienen su primer financiamiento con este tipo de instituciones, no con los bancos, aunque en términos de sistema no representan más del 2% del crédito total bancario que, al cierre de junio, según la ABM, fue por 5.3 billones de pesos, de los cuales 426 mil millones corresponden a cartera pyme.

Es importante recordar, de acuerdo con datos del Inegi, que más del 95% de las empresas de México pertenecen al sector pyme justamente, generan 72% de los empleos y contribuyen al 52% del PIB.

Para el resto de las arrendadoras la coyuntura es un desafío. De acuerdo con Juan Pablo Loperena, CEO de Engen Capital, la segunda arrendadora más grande del país, no todos los jugadores del sector son iguales. De hecho, afirma que en la industria hay competidores que mantienen operaciones y finanzas sanas, por lo que le parece poco justo que las calificadoras midan a todos “con la misma vara”.

Según el directivo, lo que ha mantenido a otras compañías, como Engen Capital, con un panorama sostenible, ha sido el ser responsables al momento de evaluar a quién otorgarle un crédito, una estricta aplicación de los parámetros ESG, donde el gobierno corporativo y prácticas anticorrupción son elementos clave. Loperena dice que el segmento sigue en pie, que es fuerte y pide a los empresarios e inversionistas que mantengan la confianza, ya que existen las condiciones para continuar impulsando a las pymes, que son el corazón de nuestra economía. Veremos cómo le va a esta industria en este segundo semestre del año.

De fondos a fondo

#Banxico… Ha sido largo y arduo el proceso de selección al interior del Banco de México, que gobierna Victoria Rodríguez, para cubrir vacantes existentes aun antes de que dejara el banco Alejandro Díaz de León.

Lo interesante es que el proceso de selección estaría propiciando un buen método para incentivar la movilidad horizontal y ascendente, pues se han inscrito en concurso por la plaza de Inveco (seis internos que son los directores de Inveco y dos externos), pero todos funcionarios del banco. Mucho se menciona que podría quedar la posición entre José Gabriel Cuadra, de Estudios Económicos; Alejandrina Salcedo, la directora general de Análisis Sobre Precios, Economía Regional e Información, o Julio Santaella, extitular del Inegi, cuyo prestigio y currículum son impresionantes. También está Martín Tobal, de Estabilidad Financiera.

Por cierto, Santaella también está participando en el Concurso para la Dirección General de Sistemas de Pago e Infraestructuras de Mercado, donde también están seis participando, cuatro de la misma dirección y dos externos. Está Othón Moreno, quien es director de Política y Estudios de Sistemas de Pagos e Infraestructuras de Mercados, y Víctor de la Luz y Alejandro de los Santos y, finalmente, Rodrigo Cano, de Operaciones de Banca Central.

La designación de los directores generales de estas dos posiciones resultan particularmente relevantes para sectores como el #Fintec , #ABM y #AMIB, pues en el banco se han realizado importantes revisiones a circulares como las de medios de pago y las de derivados, que comenzarán en breve su periodo de implementación.