¿Industria automotriz en la mira del SAT?

A principio de mes, se le atribuyeron a la jefa del SAT, Raquel Buenrostro, toda clase de objetivos de eliminación de tratamientos fiscales especiales para la industria automotriz, algunos de ellos como parte de la revisión de gastos fiscales de exenciones de tasa cero, que tendría un efecto transversal sobre toda la industria manufacturera exportadora y a las empresas Inmex.

Pero, más allá de supuestos, hay uno que preocupa a toda la industria automotriz, tanto de ligeros como de pesados, y es la posibilidad de que se modifiquen los criterios de operación del Depósito Fiscal Automotriz.

Para acceder al Depósito o Recinto Fiscal, una armadora debe cumplir con muchos requisitos, que también son exigibles para el programa Inmex y para el Prosec, pero entre los más relevantes está el tener una certificación de la SHCP/SAT.

Esto les permite a las armadoras importar autopartes o maquinaria de manera temporal, que se utilicen en el proceso de armado de los vehículos, que en un porcentaje cercano al 20% integre partes mexicanas.

Las autopartes que se importan no pagan IVA, siempre y cuando se exporten de nuevo, el gran mercado es Estados Unidos por el T-MEC y el tratamiento fiscal se diseñó para evitar la doble tributación y también para evitar el “jineteo” del IVA y los efectos indeseables en las cuentas fiscales, porque aparecía un pago de IVA y luego una devolución.

Si no se paga el IVA al inicio, no se tiene que pedir la devolución al momento de la exportación, y eso se hace en un entorno supervisado. Si se eliminara el beneficio del recinto fiscal automotriz, toda la industria, incluyendo autopartes, tendría que pagar y pedir la devolución del IVA y, como usted sabe, el problema no es pagar, sino la devolución, que en México tiene un largo historial de retraso y, en el caso de esta industria, es de millones de dólares.

Por lo pronto, la propuesta del SAT deberá evaluarla el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, considerando que acotar incentivos puede facilitar redirigirlos a sectores que requieren, en esta coyuntura poscovid, fondos para estimular la recuperación, y en el entendido de que los estímulos deberán tener un tiempo de vigencia específico. Esto último es clave.

DE FONDOS A FONDO

#CDMX… Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, sabe muy bien el efecto económico que tenderá en todo el país el Plan de Reactivación anunciado ayer, y en el que el eje sigue siendo centrarse en la vacunación de la población de 18 años o más hacia el mes de octubre.

Un punto del programa son las acciones para la reactivación del sector construcción y, más allá de poner dinero, a lo que se compromete la jefa es a darle certeza jurídica a los desarrolladores inmobiliarios para que reactiven la construcción parada y que pongan en marcha nueva construcción.

Sólo considere que la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), que preside Enrique Téllez, tiene en cartera 24 proyectos inmobiliarios para arrancar con un valor de inversión estimado en 3 mil millones de dólares y, si ellos representan entre el 15 y 20% de la economía de la ciudad, que el Gobierno de la Ciudad asuma el compromiso de que las obras contarán con permisos y licencias, que el Invea no se convertirá en el cuello de botella con clausuras, además de que se prorrogarán automáticamente los permisos vigentes, es muy probable que se logre un impulso con efecto multiplicador en el país.

Recuerde que la industria de la construcción impacta en 53 ramas industriales y en los tres sectores de la economía, por lo que el que se resuelva la tramitología, puede significar que esas grúas que están montadas sin construir vuelvan a moverse y facilitar la recuperación de espacios de hospitales, hoteles, oficinas de usos mixtos, algunos desarrollos de vivienda y otros de oficina.

Llama la atención, además, la decisión de facilitar el registro de proyectos en las colonias aledañas de Paseo de la Reforma Centro, y los que se registren antes del 2022 en el SAC Tacubaya, que va desde la Escandón hasta Observatorio.