La Cofepris: ¿desdibujada?

Uno de los elementos clave para el desarrollo de la industria farmacéutica ha sido, sin lugar a dudas, el papel que ha jugado la reformada Cofepris para abatir el rezago de autorizaciones de medicamentos, moléculas nuevas e instrumentos y equipo médico.

Por ello, para la industria encabezada por la Canifarma, que preside Guillermo Funes, los cambios anunciados por el presidente Andrés Manuel López Obrador (#AMLO) para eliminar el Seguro Popular no han generado tanta incertidumbre como la posibilidad de que la Cofepris se fusione en la Secretaría de Salud como una Dirección o Jefatura de Unidad y que sus funciones de fármaco-vigilancia se dispersen.

El secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, designó al médico cirujano (pediatra y expresidente de la Asociación de Porcicultores del Sureste) José Alonso Novelo Baeza, pero, hasta ahora, no se conoce con precisión si lo que suena como rumor en este proceso de revisión de la estructura e instituciones de salud, puede, incluso, desaparecer a la Cofepris como órgano desconcentrado de la secretaría.

El proyecto de presupuesto 2019 dado a conocer por el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, no contiene visos de esta decisión y, si bien ha causado descontento en varios sectores, por ejemplo la UNAM hizo público su molestia por la disminución de más del 6%, Conacyt tendría un descenso de inversión del 12%, el sector cultural pierde un 7%; en el de salud no es la excepción. Lejos de aumentar la inversión pública, se acota.

Desde su campaña, el jefe del Ejecutivo advirtió que la salud sería prioridad en su administración y, el jueves previo a que se diera a conocer el paquete económico, anunció que aumentaría en 50 mil millones de pesos los recursos para l salud, con énfasis en la concentración de instituciones en los ocho estados del sureste del país.

Por ello, se esperaban buenas noticias en la asignación de los mismos para el próximo año, sin embargo, el incremento con respecto a los 121 mil 934.8 millones que se ejercieron en este 2018 fue mínimo. Si se toma en cuenta la inflación, de hecho disminuyó, ya que la asignación quedó en 123 mil 209.4 millones de pesos.

Además, en el mediano plazo se prevén cambios en el sector salud, tras el anuncio del jefe del Ejecutivo de eliminar el Seguro Popular y su mecanismo de financiamiento, no sólo porque se terminaría con la descentralización de los servicios que estuvieron vigentes desde la administración de Vicente Fox, sino porque no queda claro quién fondeará las cuotas de la población no derechohabiente si se integran al IMSS Bienestar los inscritos en el Seguro Popular. El presupuesto no lo incluyó.

La pregunta es qué pasará con los 50 millones de personas que se han visto beneficiadas con este programa que, dicho sea de paso, tiene mucho que mejorar en eficiencia y transparencia, sobre todo, en ejecución de recursos en los estados, pero que ha generado la capacidad para atender alrededor de mil 800 enfermedades y más de 70 padecimientos de alta especialidad, incluyendo algunos tipos de cáncer.

Parecía que el Seguro Popular había logrado trascender. Ahora su futuro y el de la gente que cuenta con él como única alternativa de salud, son inciertos.

Por otra parte, hay que recordar que hoy en día, instituciones como el IMSS y el ISSSTE se encuentran en una situación compleja, ya que desde hace varios años su capacidad ha sido rebasada, y en el caso del segundo, es un tanto previsible que empeore, en virtud de que aumente la demanda de sus servicios por la eliminación de seguro de gastos médicos mayores para los trabajadores del Estado.

Aunado a ello, existe la posibilidad de que se presenten algunos cambios en la estructura de la Cofepris, que podría convertirse en una dirección de salud, al quitar importancia a la parte de fármaco-vigilancia y con ello, restarle importancia como autoridad sanitaria. Los cambios anunciados en este tema darán mucho de qué hablar en esta administración en el corto, mediano y largo plazo, con estos cambios que impactarán a gran parte de la población en nuestro país.

DE FONDOS A FONDO

#IEDAMLO… La inversión de 154 millones de dólares para construir en 20 meses una nueva planta de procesamiento de café, ahora en Veracruz, anunciada por Fausto Costa, presidente y CEO de Nestlé, fue sólo una #ProbadaNestlé para el primer mandatario. La inversión permitirá procesar 20 mil toneladas de café veracruzano y de la sierra norte de Puebla, se sumará a la planta de Toluca, para convertir a México en el primer centro procesador de café del consorcio suizo, al grado de que desplazará a Brasil en el liderato.

No obstante, se espera que en los próximos meses, Nestlé anuncie su ambicioso programa de inversiones, dado que la inversión de 154 millones de dólares es sólo una porción de lo que destinan a México en el 2019.

Considere que al principio de la administración pasada, en 2012, se anunciaron mil 600 millones de dólares que fueron invertidos en su totalidad en la ampliación o construcción de las 7 instalaciones industriales que tiene Nestlé en México.

Y qué bueno que estaban presentes en este anuncio Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz, y la secretaria de Economía, Graciela Márquez, además del jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, pues durante la construcción de la planta, tendrán que avanzar los programas de producción de café porque en la sierra veracruzana se produce cerca del 26% del total del grano del país y en la de Puebla el 15.3% y sólo bajo el esquema de agricultura por contrato y los programas permanentes de capacitación para la siembra y recolección, es que México ha atraído este tipo de inversiones que aseguran empleo estable y permanente.

La nueva fábrica de café generará en su primera fase 10 mil empleos en construcción y arranque en Veracruz para crecer la producción mexicana de cafés, lo que permitirá aumentar la cantidad disponible de café mexicano en nuestro mercado y también para exportación.