Mercado eléctrico de la CFE y sólo de la CFE

¡Se saturarán de litigios! No lo dude, pero la decisión del Presidente de enviar su primera iniciativa preferente al Congreso desde que asumió la Primera Magistratura del país, incluyendo en ley lo que ha ordenado de facto, implica la supresión del mercado mayorista eléctrico privado y la decisión de sólo hacer prevalecer el monopolio eléctrico.

El viernes pasado se pospuso para esta semana —ahora parece políticamente conveniente— la discusión de la controversia constitucional que presentó la Cofece, que preside Alejandra Palacios, contra el acuerdo de la Sener, de Rocío Nahle, del mes de junio, y el contenido de la iniciativa preferente confirma lo que dijo el presidente López Obrador: “Si Biden canceló el gasoducto de Keystone XL con Canadá, nosotros también tenemos el derecho de determinar nuestra política energética”.

Por lo pronto, la iniciativa es un buen distractor político por la fuerte crítica que ha levantado la política sanitaria anticovid, pues el tema baja de tono la andanada vs. Salud y compañía.

Lo más relevante de la ley es la intención explícita de terminar con los llamados “contratos legados”, al abrir la posibilidad legal de revocar permisos de autoabasto o de renegociar contratos de Productores Independientes de Energía. Afectaría derechos adquiridos de un 30-35% de la generación del país en favor de un mercado controlado por el Estado.

Sólo en el caso de generadores con plantas de ciclo combinado privados están instalados 25 mil millones de dólares que entregan cerca de 30 mil megawatts. En solar hay 63 plantas y 85 eólicas en operación y en proceso que, en conjunto, tienen capacidad de generación de 3,500 Mw.

El contenido es claro, las repercusiones son las preocupantes:

1. La iniciativa supedita derechos de generación de empresas privadas a la planeación de la CFE (con el impacto perverso a libre competencia y concurrencia).

Pero jurídicamente es interesante, porque reconoce en la exposición de motivos la existencia del Memorándum dirigido a los integrantes del sector eléctrico (público) del 22 de junio, en el que se instruye en el numeral 12 el cambio en la prelación del despacho eléctrico. O sea, ¿primero se instruyó la violación de la ley y luego se decide modificar la ley para dejar de violarla?

La iniciativa preferente establece formalmente la diferencia de trato a empresas públicas del Estado con empresas privadas, convenida en el T-MEC, el TLCUE, el CPTPP y otros acuerdos binacionales. El cambio de reglas sobre las cuales se invirtieron los recursos y se fondearon los contratos también implicará demandas. Pero, sobre todo, la amable advertencia que realizaron los cuatro secretarios de Estado de Trump, dos días antes de dejar el poder, serán la base para la primera demanda inversionista-Estado que está en camino.

2. CFE Suministro Básico ya no estará obligada a comprar energía de subastas (que estaban canceladas, de facto, desde la llegada de Manuel Bartlett a la empresa eléctrica estatal), lo que restará competitividad al sector porque se elimina el principal incentivo de precio referente e, incluso, tendrá efectos sobre los precios de consumo de los bienes y servicios que se producían con precios de energía más competitivos;

3. En cuanto al proceso legislativo se refiere: la iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica necesita la aprobación de 50% + 1 de los votos de la Cámara de Diputados, y Morena tiene 251 curules de las 500, y en el Senado, con sólo sumar al PT, alcanza la mayoría. ¡Tienen los aliados y tendrán los números!

La iniciativa preferente ignora que el acceso abierto a las redes se determinó en la Constitución, por lo que, al revertir esta ley secundaria, el mandato constitucional resulta, de origen, cuestionado legalmente. Seguro un experimentado como Julio Scherer midió y tanteó el alcance. ¿no lo cree?

En cuanto al mercado. El perjudicado será el consumidor mexicano, pues la ineficiencia sólo se ha traducido en subsidios elevados y más impuestos.