Muy posible el “sí” del Grupo Ad Hoc

Tras el rechazo de la oferta de recompra inicial que lanzó el Fideicomiso del MEXCat hace un par de semanas, la Secretaría de Hacienda, que lleva Carlos Urzúa, y que está siendo representada en la negociación con los bonistas y sus abogados de Hogan Lovells por el subsecretario Arturo Herrera, la dependencia realizó ajustes favorables a la oferta del 3 de diciembre.

En principio, se ha decidido pagar “par”, esto es, a un dólar por título por cada mil de intercambio para mil 800 millones de dólares, y los 50 dólares adicionales por cada mil de aceptar el suplemento de la oferta que ayer se emitió.

¿Por qué si la oferta es mejor?, porque se protegió mejor a los tenedores de bonos que se quedarían con cuatro mil 200 millones de dólares y a los que la construcción de Santa Lucía y la ampliación de Toluca les podría provocar un debilitamiento de su fuente de pago que es la TUA que se cobra en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Cuando se realizó la emisión original, la TUA sobre la cual se realizó el cálculo del pago fue la del AICM solamente y se previó que transitaría a ser la TUA del Aeropuerto de Texcoco. Entonces el cálculo se fijó para 37 millones de pasajeros y en la actualidad por el AICM pasan 48 millones, con la expansión, a la que le destinarán cerca de dos mil millones de pesos el próximo año del presupuesto federal, podrán recibir dos millones de pasajeros adicionales.

Con este aforo, se proyectó un mínimo de 1.7 el flujo de la TUA para servir la deuda de las cuatro series de bonos, pero no la competencia que sería para el AICM un crecimiento mayor de la oferta en Toluca (hoy atiende 700 mil pasajeros por año en promedio) y mucho menos lo que pudiera generar Santa Lucía, de manera que la enmienda entregada ayer está proponiendo a los bonistas que no detonen el default aún si la TUA del AICM bajara de 1.7 (convenido) a 1.0 y acepten sumar la parte correspondiente para servir la deuda hasta su vencimiento, proveniente de AICM, Toluca y Santa Lucía.

Explicado lo anterior, también la oferta se robustece para facilitar el pago de la FIBRA E en su totalidad utilizando los recursos en el fideicomiso MexCAT, por mil 600 millones de dólares. Finalmente, dos mil millones de dólares para liquidar a los contratistas del AICM. De esta forma el fideicomiso se quedaría con cerca de 600 millones de dólares, así como con una  parte del flujo adicional (por aumento del tráfico aéreo esperado en el multisistema aeroportuario del Valle de México), para recomprar los bonos que se quieran vender en el mercado secundario a un precio de entre 1.00 a 0.90 si los tenedores aceptan quedarse al vencimiento o no aceptar desprenderse de los bonos, pero firman el consentimiento para realizar los cambios propuestos para evitar el default y mejorar las condiciones del servicio futuro de la deuda, considerando el cambio que se propone en la infraestructura aeroportuaria.

Se debe tener presente para la propuesta que Santa Lucía aún está en evaluación y por eso se refieren a un aeropuerto que entrara en operación comercial a 70 kilómetros a la redonda y del crecimiento esperado en el tráfico a Toluca, pues también se piensan destinar cinco mil millones de pesos para terminar la conexión del Tren Toluca-México en Observatorio y construir un entronque del mismo tren del Aeropuerto de Toluca a Lerma.

Santa Lucía, en proceso de estudio, tomará algún tiempo, no para el corto plazo.

Por cierto, buenas noticias para el AICM y las aerolíneas en México, pues el presupuesto está contemplando el sistema de aeronavegabilidad ILS (Toluca me parece que tiene) y la reconstrucción del sistema hidráulico de las pistas, lo que facilitará mayor continuidad en despegues y aterrizajes en momentos de baja visibilidad por neblina o lluvia.

Lo malo… La comunicación. No sólo es un asunto de bonistas y menos en esta Cuarta Transformación, ¿no?

DE FONDOS A FONDO

#ElMiedoNoAndaEnBurro... No cabe duda que la llegada de Irma Eréndira Sandoval a la Secretaría de la Función Pública está ocasionando incomodidad a más de uno, dentro del equipo del presidente Andrés Manuel López Obrador, que está disfrazado de fuego enemigo. Comenzaron con el IMSS, de Germán Martínez, y el sistema de compras (raro ¿no?) y le siguieron con que la secretaria había reservado su declaración. Ni es rica ni la reservó. En cambio, está por abrir casos que acumuló en investigación en el Laboratorio Anticorrupción de la UNAM. ¡Si pegan es que tienen miedo!

#SHCP. Ayer los nombramientos de los empleados superiores de Hacienda y del Servicio de Administración Tributaria (SAT), que hizo el Ejecutivo federal, llegaron a la Mesa Directiva y se turnaron a la Comisión de Hacienda y Crédito Público para dictamen. Se espera que la ratificación ocurra el jueves, dado que ya se produjo la del secretario Carlos Urzúa.

Los nombramientos son: Arturo Herrera Gutiérrez, como subsecretario de Hacienda y Crédito Público; Victoria Rodríguez Ceja, subsecretaria de Egresos; Carlos Romero Aranda, procurador fiscal de la Federación; Galia Borja Gómez, tesorera de la Federación; Gabriel Yokio González, titular de la Unidad de Crédito Público; Fernando Karol Arechederra Mustre, titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas; Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera; Raquel Buenrostro Sánchez, oficial mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Y para el SAT van Ana Margarita Ríos-Farjat, como jefa del Servicio, Héctor Vázquez Luna, administrador general de Recaudación; Rosalinda López Hernández, administradora general de la Auditoría Fiscal Federal (ojo, mucho ojo); Ricardo Peralta Saucedo, administrador general de Aduanas; Félix Federico Palma Valdés, administrador general Jurídico y Antonio Martínez Dagnino, administrador general de Grandes Contribuyentes.