NOM-194 dificultará a muchos renovar su auto

La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), que dirige Fausto Cuevas, ha aceptado la mayor parte de las modificaciones propuestas por la Secretaría de Economía, que encabeza Graciela Márquez Colín, relativas a la NOM-194SCFI-2015 sobre dispositivos de seguridad esenciales en vehículos nuevos y especificaciones de seguridad.

Resulta interesante que la Dirección General de Normas, a cargo de Alfonso Guati Rojo Sánchez, pretenda en la NOM inhibir la renovación del parque vehicular, pues las más de 30 armadoras que venden productos en el mercado nacional quisieran incorporar las facilidades de movilidad inteligente y sensorizada de seguridad que ofrecen en otros países como EU, todos los europeos y Japón.

Pero la realidad del ingreso per cápita hace nugatorias, por el momento, las posibilidades de incorporar sensores de radar, sistemas de prevención de cruce, sistemas de identificación de punto muerto, etcétera.

La Secretaría estará de acuerdo en que incluso estarían ¡felices de poder vender autos tipo Tesla para el mercado de entrada!, pero sabe que la familia mexicana promedio no lo podrá pagar y también entiende que el 80% del parque vehicular ligero del país tiene más de ocho años de vida y ninguno de ellos responde al proyecto de NOM-194 que se pretende aplicar. Cuando una regla se diseña en el escritorio y no se elabora con un objetivo de transición o de mejoramiento del mercado, sino que se impone por decreto, lo que logra es un efecto inverso.

No dudo que, como en otros momentos, el señor Guati Rojo tenga la mejor visión de incorporar lo mejor en compactos y subcompactos, pero supongo que entenderá que esos mecanismos de seguridad que brindan “semiautonomía” elevan entre 100 mil y 200 mil pesos, dependiendo del modelo y vehículo, su precio al público.

Además, estos modelos de entrada están haciendo un esfuerzo importante por entregar mayor rendimiento por litro en los motores, para reducir el impacto de las emisiones a la atmósfera y estar en condiciones de cumplir con las nuevas especificaciones de combustibles y uso vehicular para obtener la doble cero. Eso ya eleva el precio de esos modelos de entrada al mercado.

Sin embargo, entre el desplazamiento de inventarios y el letargo económico del covid-19, si le agrega un incremento de precio al vehículo nuevo inducido por la regulación que está sobre el escritorio, difícilmente espere que la renovación del parque vehicular de la mayoría de los mexicanos esté a su alcance.

Claro, dirán que la 4T sólo beneficia a los segmentos premium. Al menos eso creo que lo conoce Guati Rojo, pero entiendo por qué los integrantes de la AMIA buscan una reunión virtual con la secretaria Márquez, quien siempre ha sido muy sensible a los temas del impulso económico y la movilidad inteligente.

DE FONDOS A FONDO

#Arturo_Saldívar, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura, ha aplicado la máxima de que el buen juez por su casa empieza. Por lo mismo, me parece difícil de creer que se pretextó el Gran Confinamiento, originado en la pandemia de covid-19, para anular la rotación entre los jueces de Distrito y magistrados de Circuito especializados en competencia económica, telecomunicaciones y radiodifusión.

Le comento que la magistrada Adriana Leticia Campuzano, adscrita al 2º. Tribunal Colegiado, está ahí desde que crearon el tribunal, y su periodo de 4 años concluyó el pasado 15 de abril, pero con el pretexto de la pandemia se extendió hasta el regreso de las funciones “normales” del CJF. Llama la atención que el proceso de sustituciones corre conforme a lo dispuesto en el Acuerdo 30/2015 Poder Judicial, pero ha corrido la versión de que la instrucción superior es que se “prorrogue su comisión ¡4 años más!” Instrucción que, dicen, procede del mismo presidente. ¡No lo creo!

La voluntad del Legislativo, reconocida por el Pleno del CJF en la fundación de estos tribunales, fue que existiera rotación entre los jueces de Distrito y magistrados de Circuito especializados y, para tal efecto, el Consejo de la Judicatura determinó en el Décimo Cuarto de ese mismo Acuerdo que la rotación se realizara cada cuatro años. ¡Mucha lupa!