Cuenta corriente

23 Ago, 2021

Panel de controversia T-MEC en puerta

 

 

La carta enviada el viernes pasado (20 de agosto) a la Representante Comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, por Tatiana Clouthier, la secretaria de Economía, para solicitar formalmente y por escrito la interpretación que está realizando la parte estadunidense sobre la fórmula para computar reglas de origen de automóviles y camiones ligeros es, en la práctica, el inicio del procedimiento para llevar —al amparo del capítulo de solución de controversias Estado-Estado— a un panel que defina, de una vez por todas, quién tiene la razón.

Le anticipé, antes de la reunión de las tres ministras en julio pasado, que la diferente interpretación sobre las reglas de origen automotriz era complicada, porque esa regla la negociaron dos personajes que salieron de la USTR, aún antes de que se fuera Lighthizer.

Las reglas negociadas en materia de origen de las partes esenciales de un vehículo o camión ligero son clave para el pago final de aranceles y quedaron en firme en 2018, cuando el T-MEC se firmó. El régimen de origen tiene cuatro componentes: 1. Valor de Contenido Regional (VCR), que pasa de 62.5 a 75% en tres años para siete partes esenciales; 2. Cada parte debe cumplir con 75% de VCR; 3. 40% de valor de contenido laboral; 4. Acero y aluminio 70%.

Además, se negoció una flexibilidad contenida en la metodología para estimar las VCR de partes esenciales, de manera que se considerara el todo para cumplir el 100%.

Las diferencias comenzaron desde el año pasado, pero las pláticas formales en mayo. El tema se trató en las negociaciones de junio y julio y en la reciente visita de la secretaria a Estados Unidos, pero la posición de la USTR sigue eliminando dicha flexibilidad, que según las automotrices afectadas (las que no tienen proveedores de partes en México, Estados Unidos y Canadá), las sacaría de competencia.

Para México es clave la negociación por las inversiones realizadas por las armadoras podrían no cumplir con regla de origen. Recuerde que las tres partes dieron autorización para que algunas armadoras recibieran tratamiento especial o régimen alternativo, para facilitar el cumplimiento de las reglas de origen a más tardar en 2025.

En esta situación se encuentran la planta de Audi AG, Nissan/Mercedes-Benz Compas, algunas de Fiat Chrysler, Ford Motor Company, Honda Motor Company, Hyundai Motor Company, Kia Motors Manufacturing Georgia, Kia Motors Mexico, Mazda North America, Nissan Motor Company, Tesla Inc, Toyota Motor Corporation, Volkswagen y  Volvo Cars.

Canadá hará lo mismo que México, pues también le afecta la interpretación rígida de la USTR, por lo que se espera que el panel de controversias se establezca en octubre, considerando que pasan 30 días desde el viernes pasado para que la parte norteamericana responda y aclare el porqué de su interpretación.

 

  • DE FONDOS A FONDO

#METROCDMX… Dicen los que saben que nunca existió un acuerdo entre el consorcio China Railway Construction Corp y Thales, que lleva en México Nadia González, para el cumplimiento del contrato otorgado por la exdirectora del Metro, Florencia Serranía, para la rehabilitación de la Línea 1, con inversión de 37 mil 300 millones de pesos que incluía la adquisición de trenes nuevos, su mantenimiento, señalización y material rodante y el mejoramiento de la infraestructura.

En una carta, los chinos rompen cualquier relación con Thales y se pretenden unir con los alemanes Siemens, quienes también participaron en el proceso de licitación que ganaron los chinos al haber bajado más de 40% los precios.

Textualmente, la empresa china expuso, el 26 de julio de este año: “El MoU concluye con el art. 11 (iv) del mismo, al no poder establecer los Acuerdos de Subcontratos referidos en el MoU antes del acuerdo de la propuesta a la que se hace referencia en el MoU del 27 de noviembre de 2020... Bajo estas circunstancias, hemos decidido retirarnos, las negociaciones no continuarán y ahora deberán ser consideradas como finalizadas”. En otras palabras, no huele, sino apesta a un incumplimiento de contrato por la decisión que tomó la impopular Florencia Serranía, pero la que va a cargar con el muerto es Claudia Sheinbaum. Tome nota.